Zapatero arremete contra la política de inmigración que dirige el actual ministro del Interior de Francia

El Mundo, 28-09-2006

El PP sigue abriendo brecha en el Gobierno en uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos: la inmigración ilegal.


Ayer, en la sesión de control, su máximo dirigente, Mariano Rajoy, y su secretario general, Angel Acebes, interpelaron duramente al presidente del Gobierno y a la vicepresidenta primera sobre este asunto.


Primero, Rajoy, hizo una larga relación de líderes europeos que han criticado la política del Gobierno español en esta materia.


Después pidió abiertamente la dimisión del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. «Si usted tiene algún criterio», dijo Rajoy, «cómo es posible que después de lo ocurrido aquí el señor ministro de Trabajo siga siendo ministro de Trabajo».


Zapatero, consciente o inconscientemente, entró al trapo. Primero, rechazó las críticas de Rajoy asegurando que los gobiernos europeos y la Comisión Europea tienen como objetivo cooperar ante el desafío que supone este fenómeno.


Pero, a continuación, arremetió directamente contra el ministro de Interior francés, Nicolás Sarkozy, y más que probable candidato de la derecha francesa en las próximas elecciones, algo que causó expectación en el Hemiciclo, ya que a nadie se le escapó el apoyo del Ejecutivo francés en la lucha contra ETA.


«Si algunos países quieren dar una lección de su política, créame si le digo que a este Gobierno no le vale. No le vale, por ejemplo, lo que pueda decir el ministro del Interior francés, después de lo que hemos visto que ha pasado en los barrios de París en relación con la política de inmigración y la situación social. Puede que le valga a usted, pero no a este Gobierno, ni tampoco le conviene a este país», dijo Zapatero


Tras el líder del PP, el secretario general del partido incidió en la misma línea con la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega.


Tras una primera pregunta concreta, Acebes sacó una batería de datos que, en su opinión, demuestran «lo que ocurre, que son dos cosas: ocultación y descontrol».


Según el diputado del PP, «por cada subsahariano que expulsan siete se quedan en nuestro país; más los miles que ni siquiera han llegado a ingresar en un centro porque los tienen totalmente saturados; más los 7.500 que oculta que van a llegar a la Península en breve porque han cumplido los 40 días y van a ser puestos en la calle. Su efecto llamada ha provocado que entren 690.000 ilegales y no han devuelto más que 12.000».


De la Vega dio otros datos, además de reprochar a Acebes que los traslados se hacen de la misma manera que cuando el dirigente del PP fue ministro de Interior.


Según la vicepresidenta, «en lo que va de año se han repatriado 73.000 inmigrantes irregulares, de ellos, 15.000 al Africa subsahariana, a donde ustedes no repatriaron ninguno». Además, la vicepresidenta recordó que el Gobierno ha multiplicado por 36 los recursos destinados al acogimiento de inmigrantes.

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