Suspenso a los imanes europeos

A pesar de los esfuerzos de gobiernos y comunidades islámicas, su formación es insuficiente

La Razón, 28-09-2006

Madrid – Son los responsables de la imagen pública que se ofrece del islam
en Europa, los encargados de transmitir el mensaje coránico a los
creyentes, pero muchas veces no saben ni la lengua del país en el que
residen. Deben ayudar a los fieles a sentirse en casa en el país en el que
viven, enseñar a superar los conflictos entre la fe musulmana y la cultura
occidental, y sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no siempre es éste el
mensaje que se recibe en sus mezquitas.
Hace mucho que se oyen voces
en el seno de las comunidades musulmanas europeas que piden más control en
la formación de los imanes para que se adapten y se integren en sus
sociedades. Para los musulmanes nacidos en Europa deberían existir imanes
formados en Europa. Sin embargo, los datos arrojan otra realidad: la gran
mayoría de los imanes europeos (casi el 90%) carece totalmente de una
cultura o formación occidental. Han sido enviados desde países árabes como
Turquía,Irán, Pakistán o Arabia Saudí para ocuparse de los inmigrantes
musulmanes e islamizar a los europeos. Educados conforme a la tradición
musulmana, no consiguen ofrecer una visión armónica entre la cultura
occidental y su propia cultura, y terminan por generar múltiples
conflictos internos. Muchas comunidades musulmanas llevan años luchando
por poner remedio a este caos que, en gran medida, responde a la propia
estructura interna del islam, donde no hay frontera entre la política y la
religión, ni representantes oficiales. En el islam no existe ninguna
autoridad reconocida, ninguna figura similar a un Papa sobre el que, en
último término, recaiga toda responsabilidad. De ahí la dificultad de
promover concordatos semejantes a los que se mantienen con el Vaticano. Sí
existe, en cambio, una gran diversidad de grupos islámicos, dirigidos cada
uno por su propio imán, que luchan entre ellos por imponer su supremacía
ideológica, creando conflictos, en ocasiones, irresolubles. En el caso de
los países europeos, detrás de cada grupo existe una organización islámica
internacional o un estado musulmán que apoya o financia imanes y
actividades, y que actúan como verdaderos «lobbys».
«La situación es dramática, porque los estados europeos no tienen
autoridad alguna sobre estos grupos», explica el profesor Samir Khalil
Samir, experto islamólogo. «Por otra parte, no existe una autoridad
reconocida a la que referirse. El islam en Europa es una desbandada, a
merced de cualquier predicador que llegue de fuera», sostiene. A esto
deberíaañadirse la proliferación de imanes europeos convertidos al islam:
«Excepto algunos casos notables, estos imanes, en lugar de difundir un
islam que ha integrado lo mejor de la cultura europea, como cabría
esperar, son imanes que difunden un islam antioccidental, quizá para
justificar su decisión», explica Khalil. «Los musulmanes árabes son
raramente atraídos por estos imanes, que, sin embargo, logran numerosos
prosélitos entre los europeos», sostiene.
Ahmed Kazim Al
Rawi, presidente de la Federación de Organizaciones Islámicas de Europa
- fundada en 1989, reconocida por la Unesco y que integra a diversas
asociaciones islámicas de 26 países – ha abogado en diversas ocasiones por
la formación de imanes entre jóvenes europeos pertenecientes a la segunda
generación de musulmanes que viven en Europa, conocedores de la cultura
islámica y la occidental. Según Ahmed Kazim, «estos jóvenes son mucho más
capaces de transmitir el mensaje de diálogo y convivencia en las
sociedades en las que se han formado, sin menospreciar por ello el
esfuerzo y la aportación de los imanes que vienen de fuera», aunque, en su
opinión, «es mucho mejor formar a los imanes en Europa».

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