Del Director. José Segura, como Gary Cooper
«Cualquier otro habría arrojado la toalla pero el delegado nació para sufrir»
Canarias 7, 26-09-2006Francisco Suárez Álamo / Director de CANARIAS7
José Segura no es Gary Cooper pero empieza a parecérsele. Y así como Pilar Miró le rezaba a su Gary Cooper particular porque estaba en los cielos, alguien seguro que tiene a Segura en sus oraciones, aunque, visto lo visto, no parece que las plegarias den buenos resultados. Después de todo, las instancias celestiales suelen actuar a destiempo, así que no hay que descartar que a medio o largo plazo se reconozca el esfuerzo realizado por un hombre que ahora, a base de palos, ha comprobado que la erótica del poder se parece más al masoquismo.
Lo de Gary Cooper viene por la soledad. Al delegado del Gobierno le ha tocado bailar solo con la más fea de la fiesta: la inmigración irregular. Su partido, que por si alguien lo había olvidado es el Socialista, ha hecho mutis por el foro y nadie da la cara. Sólo se les oye decir algo – y exclusivamene en las últimas semanas – , para echarle un capote al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. ¡Qué ingrata es la naturaleza humana, que se vuelve defensora del fuerte cuando intuye que éste tendrá el bastón del mando y olvida al necesitado cuando éste precisa, al menos, palabras de apoyo!
A Segura no lo respalda ni el último secretario de agrupación local. La mayoría del partido prefiere volcarse en la preparación de las candidaturas electorales, para así ver si pescan algo, y a él, mientras tanto, lo dejan pescando inmigrantes irregulares. Además, tiene que hacer ejercicios de equilibrio entre el Ministerio del Interior y el de Defensa, cuyas relaciones no pasan precisamente por sus mejor momento, y , para más inri, ha de dar la cara cuando llegan mandos policiales – como ocurrió recientemente – y se enredan con declaraciones que demuestran que la cabeza la tienen en el País Vasco, allí donde tres encapuchados han colocado al Gobierno a los pies de la deshonra.
Cualquier otro habría arrojado la toalla pero Segura está visto que nació para sufrir. O para cumplir con la misión asignada. Empieza a parecerse a uno de esos soldados a los que en plena Segunda Guerra Mundial dejaban en un islote del Pacífico y les ordenaban que defendieran la plaza a sabiendas de que ni tenían medios ni capacidad humana para aguantar. Pese a todo, el hombre se aferraba a su bandera, cavaba una trinchera y se mantenía de guardia día y noche, sin dormir y soñando con la victoria final de los suyos sobre un enemigo que era infinitamente más poderoso.
Ante tanto motivo para el desaliento, Segura puede consolarse recordando la historia de Gary Cooper en Sólo ante el peligro. Al final, el sheriff solitario vencía, su valentía era aplaudida por los vecinos cobardes y, como en todo happy end que se precie, se casaba con la más bella del lugar – nada menos que Grace Kelly – . Claro que esto último ya le tocó en suerte a Segura… Quizás por eso, o gracias a ella, se mantenga en el islote.
opinion@canarias7.es
(Puede haber caducado)