MARIONA CERDO

PALMA.-La Inspección de Trabajo ha puesto una multa de 6.001 euros a la Consejería de Inmigración de Baleares por tener contratada de forma irregular a una extranjera. No se trata de una empleada cualquiera, sino de nada más y nada menos que de la jefa de gabinete, María Laura Giorgio.

Al parecer, se ha pasado prácticamente un año entero trabajando en la Administración balear con un permiso que únicamente le permitía dedicarse al sector de la restauración. Según un comunicado difundido ayer por la Consejería, Giorgio disfrutó de una autorización temporal de un año para residir y trabajar en Baleares en la actividad de la restauración. El permiso entró en vigor el 2 de agosto de 2005 y vencía en la misma fecha de 2006. Hasta aquí todo correcto. El problema, es que la jefa de gabinete empezó a trabajar en la Consejería el 28 de octubre de 2005, tan sólo dos meses después de entrar en vigor la autorización, y no cambió en ningún momento el tipo de actividad laboral incluida en el permiso.