«Es una catástrofe total, un domingo negro para la imagen de Suiza»

Esta socialista entiende que su país de adopción cierra las puertas a los foráneos y eso servirá de modelo a otros Estados

La Voz de Galicia, 26-09-2006

Dolores Cruz Cousillas, única gallega diputada en Ginebra, es una antigua luchadora por los derechos de los emigrantes, incluido el voto. Llegó a Suiza desde Corme en 1968.

-Es una catástrofe total, un domingo negro para la imagen de una Suiza sede internacional de organismos de defensa de los derechos humanos. Una doble puerta con diez cerraduras.

-¿Falló el mensaje del Partido Socialista suizo?

-El problema es que el ministro de extrema derecha Christopher Blocher metió en la campaña mucho miedo. Se pasaron continuamente imágenes de esos pobres negros que llegan a España, y la gente confundió a la minoría que son traficantes con inmigrantes y solicitantes de asilo. Mi partido dijo claro que esta ley no es la solución.

-¿Puede exportar Suiza su modelo?

-Sí, la imagen de Suiza es doblemente terrible porque otros países van a seguirla y a promover leyes más fuertes contra los extranjeros.

-Para la Unión Europa esas normas son incompatibles con las suyas.

-Suiza está al margen de la UE y en su momento costó mucho que firmase los acuerdos bilaterales. Ahora es lamentable que la aprobación de estas leyes haya sido homogénea. Hasta los cantones franceses, que siempre se pronunciaban distinto a los germanos en temas de extranjería, han apoyado por mayoría esas leyes.

-¿A qué responde?

-A la propaganda nefasta de Blocher. Decía que los extranjeros cobraban tanto por día, subsidios… se les responsabilizó de que en Ginebra haya un 7% de paro. También he oído a gallegos e italianos decir que ellos han venido a trabajar y los otros vienen a aprovecharse. En fin, terrible.

-Pero en Suiza siempre ha habido muchos extranjeros

-Suiza no puede vivir sin ellos, pero a la gente le han metido miedo. Le dicen que hay refugiados políticos que no lo son, que son económicos. ¡Claro que hay mentirosos!, pero esta ley no protege ni a los buenos.

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