Los suizos aprueban endurecer las leyes de asilo y extranjería en un referéndum

El apoyo a estas normativas se sitúa entre el 67,8% y el 68% de los votantes

Deia, 25-09-2006

Una aplastante mayoría de suizos aprobó ayer sendas leyes restrictivas en materia de asilo y extranjería, con lo que la Confederación Helvética pasa a ser uno de los países europeos que regula de manera más drástica el ingreso de potenciales refugiados e inmigrantes pese a su tradición de país de acogida.

El 67,8% de los votantes dio su respaldo a la nueva Ley de Asilo, iniciativa del partido de derecha radical Unión Democrática de Centro (UDC), y que permitirá acelerar la repatriación de demandantes de asilo cuyas peticiones hayan sido desestimadas y, según sus promotores, reducir los abusos. Con un porcentaje muy similar, del 68%, los suizos también aprobaron la Ley de Extranjería, que recoge la política que en los hechos ya se aplica de favorecer la inmigración de países con los que la Confederación ha firmado acuerdos de libre circulación (los de la UE, Noruega, Islandia y Liechtenstein).

La ley referida al asilo impone condiciones más severas a las actuales no sólo para la obtención del estatuto de refugiado, sino también para lograr que las autoridades admitan una demanda a estudio. Así, se excluye la revisión de las peticiones de personas que no puedan presentar documentos de identidad válidos en 48 horas y se elimina la ayuda social en los casos en los que se haya rechazado una solicitud. Esas medidas a las que se suma la prolongación de la detención administrativa hasta 24 meses para los adultos y hasta 12 meses para jóvenes de 15 a 18 años han recibido las críticas del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, que las ha tildado de «excesivamente restrictivas».

La Ley de Extranjería limita la inmigración de ciudadanos extra-comunitarios a personas altamente cualificadas que demuestren que su actividad «servirá a los intereses económicos» de Suiza, medida que sus detractores interpretan como una voluntad de crear «dos categorías de ciudadanos extranjeros».

Amnistía Internacional calificó la jornada de «domingo negro para el derecho al asilo en Suiza», y señaló que esto ocurre justo cuando el número de demandas de asilo es el más bajo de los últimos 20 años.

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