El Gobierno de la ciudad autónoma de Ceuta decidió ayer suspender los actos festivos convocados con motivo del inicio del sagrado mes de ayuno del Ramadán por la muerte de la niña de 7 años que fue degollada ayer y cuya madre estaba siendo tratada por los servicios sociales del Ejecutivo. El jefe del Gobierno, Juan Jesús Vivas, tomó esta medida tras consultar con los portavoces de la Asamblea y representantes de la comunidad musulmana, que consideraron oportuno suspender el inicio del alumbrado oficial.


Vivas manifestó que el suceso ocurrido «es una noticia dramática, pues el que una niña de 7 años pierda la vida de esa manera por una acción criminal y brutal es una muy mala noticia». El presidente ceutí mostró confianza en que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado puedan encontrar «lo antes posible» al autor del asesinato.


La policía nacional busca al compañero sentimental de la madre de la niña como presunto autor del asesinato, después del testimonio de varios testigos presenciales del suceso. El hombre, de nacionalidad marroquí, se encuentra en paradero desconocido y la policía no descarta la posibilidad de que haya podido huir a Marruecos.


La niña, Suhaila, estaba a punto de cumplir 8 años, y fue encontrada degollada en la tarde del sábado en su casa de una zona de viviendas prefabricadas de la barriada del Príncipe Alfonso. La pequeña se encontraba sola debido a que su madre se había desplazado con su hermana al país vecino a hacer acopio de productos tradicionales para el Ramadán. El individuo llamó a Suhaila, que le lanzó una sábana para que trepara por la ventana, ya que la puerta estaba cerrada con llave. Una vez dentro del domicilio, la asesinó con un corte profundo en el cuello y luego se dio a la fuga, perdiéndose por las intrincadas calles del barrio con las manos ensangrentadas.


Los vecinos señalaron que se trataba de una niña «muy alegre, siempre sonriente y que no se merecía esto», según uno de los residentes de la zona. La madre de la pequeña está separada y tiene otra hija que está casada.


Barrio conflictivo


La barriada Príncipe Alfonso de Ceuta ha estado marcada en los últimos años por una serie de sucesos graves, relacionados con el tráfico de drogas o ajustes de cuentas entre bandas rivales. El último acontecimiento triste en esta zona ocurrió el pasado mes de abril cuando fue asesinado un militante de IU a manos de un menor que le disparó a bocajarro, después de que el joven le reprendiera una actitud.


Esta barriada supera los 10.000 habitantes, en su mayoría ceutíes que profesan la religión islámica.


La comunidad islámica de Ceuta apeló ayer en un comunicado a la convivencia entre las culturas al mantener que el islam «no es compatible con la violencia», a raíz de las repercusiones de las manifestaciones del papa Benedicto XVI.