Teruel sí quiere inmigrantes

ABC, 25-09-2006

TEXTO: ROBERTO PÉREZ FOTO: FABIÁN SIMÓN

ZARAGOZA. Teruel es una provincia que sabe bien lo que es crear plataformas para luchar por su futuro. No son muchos y, en este caso, en varias ocasiones instituciones, organizaciones empresariales, colectivos sociales y sindicatos sí que han sido capaces de echar por tierra esa máxima del «pocos y mal avenidos». Un ejemplo aparece estos días, el frente común que ha surgido para frenar la despoblación que atenaza el presente y el futuro de esta provincia. Un total de 31 entidades se han adherido ya al convenio de constitución de «Habitate», la nueva Federación de Entidades por la Población de Teruel.

Además de la Diputación, forman parte de esta plataforma las comarcas turolenses de Maestrazgo, Matarraña, Gúdar – Javalambre, Jiloca, Cuencas Mineras, Teruel, Andorra – Sierra de Arcos, Bajo Martín y Sierra de Albarracín; la Cámara de Comercio de Teruel; la Confederación Empresarial Turolense; la Cámara Agraria Provincial; los sindicatos UGT, CC.OO, USO, CSICSIF, UAGA y UPA; la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias; la Asociación Aragonesa de Entidades Locales y Comarcales; la Asamblea Provincial de Cruz Roja; la Asociación Turolense de Inmigrantes Solidarios; la Asociación para el Desarrollo del Maestrazgo; las asociaciones Omezyma, Aramur y Agujama; Cáritas, Cepaim y Adricte; y la Asociación de Municipios contra la Despoblación de Teruel, entidad que ya lleva años trabajando en este mismo objetivo.

Prioridad política

Al frente de «Habitate» está el presidente de la Diputación de Teruel, Ángel Gracia. Y es que luchar contra la despoblación es una prioridad para las políticas públicas en esta provincia que reclama inversiones, infraestructuras y atención institucional tanto del Gobierno aragonés como del central para salir de una situación demográficamente crítica.

Entre los objetivos de esta nueva plataforma figura el de mejorar los programas de acogida de nuevos pobladores en la provincia de Teruel, especialmente en aspectos como el seguimiento en el asentamiento y la integración de inmigrantes, según consta en los estatutos de la entidad.

Con un censo envejecido tras décadas de éxodo de población, a la provincia de Teruel la única salida que le queda en estos momentos es lograr atraer población. Los inmigrantes constituyen en este caso una esperanza. Pero para atraer nuevos habitantes hace falta disponer de más actividad económica. Y, para eso, resultan también fundamentales las infraestructuras, en una provincia, por ejemplo, que aún está esperando a que se termine de construir su primera autovía, la que ha de conectarle con Zaragoza y con Valencia. Lo que no le sobra es tiempo. La despoblación ha demostrado que es un mal que ha seguido un ritmo acelerado durante décadas y que sus efectos no se han frenado. La población en Aragón aumenta, pero en la provincia de Teruel este fenómeno, en cifras absolutas, aún se nota poco.

Entre los geógrafos, se considera «desierto demográfico» aquel territorio con una densidad de población de menos de diez habitantes por kilómetro cuadrado. Pues bien, la provincia de Teruel, en una gran parte, muy grande, es un «desierto demográfico». En esa situación se encuentran quince de las 33 comarcas de Aragón. Y, de esas quince, siete están en Teruel. La comarca del Maestrazgo tiene únicamente del orden de tres habitantes por kilómetro cuadrado. Pero por debajo de los diez habitantes por kilómetro cuadrado se encuentran también las comarcas turolenses de Gúdar – Javalambre, Sierra de Albarracín, Cuencas Mineras, Jiloca, Bajo Martín y Matarraña.

Aragón es, en sí mismo, un territorio desequilibrado demográficamente en el contexto nacional. Su extensión geográfica no se corresponde con el número de habitantes en el conjunto de España. Pero Teruel es, al mismo tiempo, una provincia desequilibrada demográficamente en el contexto aragonés. El Aragón rural, que es la práctica totalidad del territorio, registra una mediad e doce habitantes por kilómetro cuadrado, que contrasta con los casi 300 habitantes por kilómetro cuadrado que se dan en la comarca de Zaragoza capital. La provincia de Teruel ha perdido, desde el año 1900, el 46 por ciento de su población. La comarca del Maestrazgo es un ejemplo contundente de esta evolución: en el año 1900 tenía 20.648 vecinos; en estos momentos no llega a los 4.000.

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