La jornada de sensibilización se acerca a las diferencias culturales en el mundo

La plataforma cree que antes debe reglarse el tema de la participaci�n

Deia, 24-09-2006

LA JORNADA de sensibilización organizada por la coordinadora de ONGD de Euskadi tuvo ayer una cita especial con el título de “Otros mundos, otras realidades” en el Boulevard de Donostia.

La coordinadora invitó para este día a distintas organizaciones como SOS Racismo, la plataforma Pobreza Cero y Comercio Justo para participar en este encuentro multicultural.

Desde las 11.30 de la mañana los participantes se pusieron al frente de los distintos puestos que se establecieron frente al kiosko del Boulevard.

Entre las distintas actividades organizadas, desde SOS Racismo prepararon una curiosa y original exposición para condenar el racismo. Bajo el t�tulo “Los dos lados de la valla” la ONG donostiarra montó una simulación de la valla fronteriza ubicada en Melilla. “Con esta exposición lo que queremos es denunciar la situación actual que se vive en Melilla por la construcción de la valla”, aseguraron desde SOS Racismo.

Además, sus reivindicaciones durante el día de ayer y durante todo el año iban dirigidas a erradicar cualquier tipo de acto racista y xenófobo que viola los derechos fundamentales de las personas, los falsos mitos estigmatizantes y criminalizadores en los que se fundan, y las pr�cticas discriminatorias que producen.

Acercar culturas

En la jornada de ayer también la plataforma Pobreza Cero tuvo su espacio para criticar y exigir a la Organizaci�n Mundial del Comercio (OMC), que cambie sus normas.

Esta plataforma lleva durante todo el año realizando su campaña de sensibilización centrada en días y asuntos concretos. El pasado jueves, en el día Internacional de la Paz, Pobreza Cero exigió a la OMC el cambio de las normas que rigen el comercio internacional. Por otro lado, al margen de las reivindicaciones más específicas, la jornada de sensibilizaci�n acogió un gran número de actividades seguidas por numeroso público que se acercó hasta el Boulevard donostiarra.

Las actividades iban desde los juegos cooperativos, la carpa saharaui que mostraba henna, artesanía y té, hasta los talleres más variopintos.

El público pudo escribir su nombre con otra grafía distinta a la occidental, pudo cambiar de look con los peinados africanos o hacer un puzzle del mapa de África. Todo ellos amenizado con música y gastronomía de Honduras, Colombia, Argentina, Uruguay y Bolivia.

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