Y VENDRÁ DE ÁFRICA

Diario Vasco, 24-09-2006

Bestial. Esa es la palabra. Children of Men es una película bestial. En todas las acepciones posibles. Bestial porque mienten quienes dicen que es un filme de ciencia ficción. Por dios, si es un documental. Un documental filmado en un futuro tan inmediato que los autobuses de Londres siguen siendo rojos. Un futuro tan presente que dentro de nada los suizos votarán una ley que cerrará herméticamente las puertas del país del reloj de cuco a los emigrantes que no sean blancos y no tengan cuenta corriente en la Banca Nacional, amén de perseguir a quienes ayuden a los sin papeles. Un documental futuro con las raíces en el hoy y una cámara, un tratamiento de la imagen, de la luz, de la niebla y las tinieblas, tan apasionante y apabullante que hacen que esta película no sea sólo de Cuarón sino también de su director de fotografía, el siempre gigantesco Lubezki. Children of Men es un documento bestial del futuro, el pasado y el presente. Todo nuestro horror, nuestra esperanza y nuestros recuerdos de cine están en sus entrañas. Bestial. Y de certera mirada: la vida vendrá de África

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