Dos ministros dimitieron ayer del Gobierno holandés por el incendio en el que once inmigrantes indocumentados murieron mientras esperaban a ser deportados en una celda del aeropuerto, el 27 de octubre del pasado año. Piet Hein Donner, ministro de Justicia, y Sybilla Dekker, de Vivienda, admitieron su responsabilidad por las malas condiciones del recinto, que había sido ampliado con prisas para que cupiera más gente, en un periodo de inquietud pública por el aumento del crimen. Los ministros anunciaron su dimisión ante el Parlamento horas después de hacerse públicos los resultados de la investigación.