El acuerdo entre el fiscal y la defensa por la agresión de un skin irrita a los testigos

La Vanguardia, 22-09-2006

SANTIAGO TARÍN – BARCELONA
- El 14 de septiembre de 2002, tres jóvenes que estaban en un parque de Cerdanyola fueron atacados por un skin. El caso se cerró ayer judicialmente, tras el acuerdo al que llegaron el fiscal y la defensa del acusado, y que supone una rebaja de la pena de cuatro años a quince meses. Los agredidos se mostraron disconformes con el carpetazo al asunto.

Jordi y Antonio esperaban ayer su turno para explicar ante la Audiencia de Barcelona lo que ocurrió ese día, pero vieron como el acusado del ataque se marchaba y el juicio quedaba concluso sin poder expresarse. El fiscal y la letrada defensora habían llegado a un acuerdo judicial, mediante el cual el implicado, un hombre conocido como el Legionario,reconocía la autoría y se conformaba con una pena de 15 meses de prisión (que no cumplirá) y pagar una multa de 1.100 euros.

Jordi y Antonio no fueron consultados, a pesar de ser perjudicados. La razón: que en realidad, en el proceso, solamente son testigos: no están representados ni con abogado ni con procurador. El fiscal del caso explicó que por ello no les comunicó previamente el acuerdo, porque no estaban personados.

Los dos jóvenes explicaron que, desde el principio, cuando denunciaron, se les dijo que sus intereses ya estarían defendendidos por la administración y que por ello no contrataron a un letrado. El colectivo de la abogacía ha puesto sobre el tapete en diversas ocasiones que la información a los perjudicados no siempre es completa, y que por eso se producen situaciones como ésta. Lo que ocurrió ayer es que las víctimas se quedaron en terreno de nadie, sin poder opinar sobre lo que pasaba.

Jordi y Antonio contaban fuera del Palacio de Justicia que no es la única agresión skin que se produce en Cerdanyola y lamentaron que se cerrara con un reproche tan leve. El 14 de septiembre de 2002, ellos, junto con un tercer amigo, paseaban con otro chico de color, que les dejó en el parque para marcharse con su novia. Entonces fueron abordados por un hombre, que, y así reza en la calificación fiscal, les espetó “si habían pasado por el parque con un negro detrás”, tras lo cual los agredió con puñetazos, patadas y rodillazos y golpeó un ciclomotor.

La calificación provisional del fiscal solicitaba para el Legionario cuatro años y nueve meses de prisión por un delito de lesiones, agravado por estar motivado por causas racistas. Este juicio había sido ya suspendido en tres ocasiones anteriormente, y la defensa esgrimía la posibilidad de que existieran dilaciones indebidas. Finalmente, fiscal y defensora llegaron a un acuerdo por el cual el acusado se conformaba con declararse culpable de lesiones, castigadas con quince meses de prisión, amén de las multas, desapareciendo los condicionantes xenófobos del delito. Según el fiscal, las condenas económicas y las indemnizaciones podrán ser cobradas porque ahora, el Legionario,tiene un trabajo remunerado.

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