Un total de 230 inmigrantes arribaron ayer a las costas canarias a bordo de tres cayucos, y de ellos 23 eran menores. En la actualidad, Canarias acoge a 842 menores, de los que 500 están a la espera de ser trasladados a otras comunidades autónomas. Dos de las tres embarcaciones llegaron a Gran Canaria con 72 personas y la tercera fue interceptada a seis millas de Santa Cruz de Tenerife con 158 personas a bordo. Estos 158 inmigrantes fueron trasladados a la nave industrial en la que se encuentran desde el pasado viernes los 160 asiáticos que llegaron a bordo del buque negrero Al-Mari.

La falta de plazas en las comisarías de Tenerife – la del sur acoge a 1.100 personas- en cumplimiento de las 72 horas de detención establecidas por ley ha obligado al traslado a la nave, que podría declararse centro de internamiento en los próximos días, tal como señaló ayer el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Carlos González. El hacinamiento que se da en los centros de internamiento, sobre todo en Tenerife, ha sido la principal razón por la que el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Canarias haya decidido inspeccionarlos para ver si reúnen las condiciones adecuadas. Los centros de internamiento del archipiélago acogían ayer a 9.034 personas: los de la provincia de Las Palmas estaban por debajo de su capacidad mientras que los de Santa Cruz de Tenerife estaban saturados: Hoya Fría albergaba a 1.357 personas en sus 238 plazas y el acuertelamiento de Las Raíces reunía a 3.342. En ambos casos, las plazas se han ido ampliando con nuevas casetas de campaña. -