Alemania y Austria se resisten a ayudar en la crisis de los cayucos

La Voz de Galicia, 22-09-2006

(Lugar: colpisa | tampere)
Alemania y Austria se unieron ayer en la cumbre de Tampere sobre inmigración para criticar la regularización de extranjeros que hizo el Gobierno en el 2005 y rechazaron prestar la ayuda económica solicitada por España para gestionar las avalanchas de clandestinos en Canarias. La presidencia finlandesa de la Unión Europea propondrá a los socios de la comunidad «compartir la carga» de la inmigración y el control de fronteras.


Los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba, Juan Fernando López Aguilar y Jesús Caldera llevaron a la cumbre de ministros de Interior y Justicia de la UE, celebrada en Finlandia, una petición de ayuda para hacer frente a la crisis migratoria que vive en las Canarias. «España no va a parar hasta conseguir progresos sustantivos en esta política común, no sólo de control de fronteras sino de flujos migratorios y de la inmigración irregular», dijo López Aguilar al comienzo de la reunión.


El titular de Justicia señaló que España, Italia, Malta y los países de la frontera sur de la UE necesitan «dinero, recursos, medios, determinación y conciencia de que esto no es una simple contingencia, sino una realidad que nos va acompañar en el primer tercio del siglo XXI». Pero, hasta ahora, sólo Italia, Portugal y Finlandia participan con España en patrullas marítimas frente a las costas de las Canarias.


El llamamiento español no fue bien recibido por Austria y menos por Alemania. «España no se va a hundir por 25.000 inmigrantes que lleguen a Canarias», señaló Günther Beckstein, miembro de la delegación germana. «El que quiere resolver verdaderamente un problema no debe contar solamente con el dinero de los otros», insistió el ministro teutón de Justicia, Wolfgang Schauble, recordando que Alemania estuvo sola cuando tuvo que hacer frente al flujo de cientos de miles de refugiados durante las guerras en los Balcanes en la década de los noventa.


A esta advertencia de Alemania se sumaron las críticas de Austria por el proceso de regularización masiva de inmigrantes indocumentados que efectuó el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en el 2005. «No es solución legalizar inmigrantes ilegales como ha hecho España el año pasado, porque eso brinda un impulso a la gente en África, como se ha visto en los últimos meses», dijo la ministra austríaca de Justicia, Karin Gastinger, retomando una idea ya lanzada por su homólogo francés de Interior, Nicolas Sarkozy.


En respuesta a estas acusaciones, López Aguilar consideró «falso y demagógico» vincular la regularización de inmigrantes y la crisis en Canarias.


En la línea del Gobierno español, el comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, volvió a pedir mayor solidaridad a los socios y adelantó algunas ideas sobre el modo de reforzar la vigilancia de las fronteras marítimas del sur de la UE. «Hago un llamamiento a todos aquellos que no participan en las misiones» de Frontex a sumarse a ellas, dijo Frattini.

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