Chaves insta a la Justicia marroquí a colaborar contra la inmigración ilegal
El presidente de la Junta ve el Islam compatible con «la democracia» y
La Razón, 22-09-2006Granada – El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, mostró
ayer en Granada su «preocupación» por la oleada de pateras llegadas a la
costa oriental andaluza en los últimos días, «un fenómeno que tenemos que
estudiar por qué se está produciendo», según reconoció el máximo
responsable del ejecutivo andaluz quien incluso dejó la duda de si estas
embarcaciones «proceden de Marruecos u otros países».
Asimismo, el presidente autonómico aprovechó la coyuntura diplomática
para hacer un llamamiento a la Justicia marroquí para que colabore con la
española en la lucha contra la inmigración irregular, en especial la que
trata de atravesar el Estrecho en pateras con riesgo para la vida de las
personas. Según dijo, Andalucía «está dispuesta a colaborar, a aportar sus
propios medios y recursos, entre ellos los de la Administración de
Justicia, y a participar junto a las demás administraciones competentes y,
por tanto, con las autoridades judiciales de Marruecos en la resolución de
este complejo fenómeno»
Chaves hizo estas reflexiones tras
la inauguración del IV EncuentroJudicial entre el Consejo General del
Poder Judicial y la Corte Suprema del Reino de Marruecos que se celebró
ayer en la Real Chancillería granadina, con la asistencia del presidente
del Tribunal Supremo, Francisco Jose Hernando, del fiscal general del
Estado, Cándido Conde – Pumpido y de sus respectivos homólogos marroquíes.
Todos pusieron de manifiesto la necesidad de actuar con el rigor de la ley
y la Justicia contra la explotación laboral y el tráfico ilegal de
personas.
Chaves defendió la política de inmigración del Gobierno
Español y los acuerdos de cooperación con Marruecos pero igualmente exigió
la ayuda de la Unión Europea «tanto a los países subsaharianos como a los
que como España están en la primera línea de recepción de inmigrantes», en
clara referencia al Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE
que se celebró ayer en Tampere (Finlandia).
El presidente
andaluz, que no tuvo más remedio que admitir que los centros de acogida a
menores inmigrantes «están saturados», se mostró además «pesimista a corto
y medio plazo» mientras persistan las profundas diferencias económicas a
uno y otro lado del Estrecho.
Doble nacionalidad
Por su parte, el presidente de la Corte Suprema de Marruecos, Driss
Dahak, se refirió a la problemática de la doble nacionalidad que cada año
adquieren unos diez mil súbditos marroquíes y su correspondiente
integración sociocultural.
Ante una delegación de una veintena
de representantes de las más altas instancias judiciales del país alauita,
y tras la polémica suscitada por las ambiguas manifestaciones del Papa
Benedicto XVI sobre Mahoma en Ratisbona, desde Granada, donde esta semana
ha habido algunas quejas de la comunidad islámica por las palabras del
Pontífice, Chaves, en su discurso, recalcó ayer los avances logrados por
el Reino de Marruecos en las últimas décadas en el ámbito judicial con la
reforma del «Moudawana» o Código Familiar, lo que a su juicio pone de
manifiesto que el Islám «es compatible con la democracia, la evolución
social, la igualdad, y el progreso de derechos y las libertades».
En un mismo sentido, y en un ambiente que reflejó en todo momento la
buena sintonía por las que atraviesan las relaciones hispanomarroquíes, el
fiscal general del Estado, Cándido Conde – Pumpido, llegó a parafrasear a
Martin Luther King y dijo haber tenido un sueño – I have a dream (sic) –
de que surja un Centro de Estudios Jurídicos Comparados entre España y
Marruecos, y qué mejor lugar que Granada para ello , como lugar de
encuentro de la cultura europea, árabe e hispanoamericana.
Esta
apuesta la compartieron también Francisco José Hernando y su homólogo
marroquí, Driss Dahak, quien España, como miembro de la Unión Europea,
puede jugar un papel «muy importante» en el acercamiento de dos
civilizaciones y Marruecos puede ser el «puente» de los países árabes
hacia Europa. Asimismo, manifestó que, con la creación de un centro de
investigación y de reflexión común, la jurisprudencia del Tribunal de
Justicia Europeo podrá «integrar algunos valores musulmanes y árabes».
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