Madrid – La voz de alarma la ha dado la Fiscalía del Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía en un informe, del que se hace eco de forma
significativa la Memoria de la Fiscalía General del Estado, sobre el
incremento sustancial de menores inmigrantes que llegaron en pateras en
los últimos años en esa comunidad. De hecho, sólo en los tres primeros
meses del pasado año entraron 572 menores, lo que representa un 58 por
ciento más que en el mismo período del año anterior.
   Dos son las causas, según ha detectado la Fiscalía, de ese importante
incremento en la llegada de menores inmigrantes. En primer lugar, el que
los responsables de las mafias que se dedican al tráfico de seres humanos
hayan decidido «rentabilizar» los viajes en pateras con menores de edad,
ya que éstos «se encuentran protegidos por la legislación vigente y no
pueden ser repatriados». Esta decisión de los «patrones» está justificada
en que los mayores de edad de las «embarcaciones» que son interceptados
son repatriados a sus países de origen. «Ello explicaría por qué cada vez
son más las pateras que trasladan menores y también cada vez en mayor
número», se afirma al respecto en el informe de la Fiscalía.
   La segunda causa habría que buscarla en el «hecho constatado de que,
prácticamente, no se producen repatriaciones de menores a Marruecos desde
el año 2003». Esta circunstancia también se ha destacado por la Fiscalía
de TSJ de Cantabria.
   Fugas de los centros
   También se resalta que cada vez es mayor el número de ocupantes de esas
pateras que son menores de edad, lo que ha provocado que las provincias
andaluzas se encuentren, según la Fiscalía, «por encima del límite de su
capacidad para garantizar la adecuada atención a los menores procedentes
de la inmigración».
   Por otro lado, distintas fiscalías han
puesto de manifiesto cómo todavía persiste el problema relativo a la
determinación de la edad, registro de esos menores, «evitación de fugas de
los centros de protección y reagrupación familiar y repatriación».