«España no se hunde porque lleguen 25.000 inmigrantes a Canarias»
El delegado alemán en la cumbre de Finlandia dice que el Gobierno de Zapatero debe resolver el problema La UE ofrece solidaridad pero elude los compromisos concretos
El Correo, 22-09-2006EL CORREO/TAMPERE
Los 25 estados miembros de la UE ofrecieron ayer una tibia respuesta a la insistente llamada de España pidiendo ayuda para frenar la avalancha de inmigrantes que desde hace meses desborda las Islas Canarias. Los representantes europeos en la reunión del consejo informal de ministros de Justicia e Interior que se celebra en Tampere (Finlandia) mostraron su solidaridad a la delegación española y apuntaron la posibilidad de que se dediquen fondos comunitarios a financiar los gastos de la inmigración. Sin embargo, lanzaron una clara advertencia sobre la necesidad de endurecer las medidas contra la entrada de extranjeros.
Los delegados de varios países aprovecharon la cumbre sobre inmigración para censurar la política del Gobierno español y su decision de reclamar ayuda económica a la UE para hacer frente al problema. El presidente de la Conferencia de Ministros de Interior de los estados federados alemanes, Günther Beckstein, fue el más duro: «España no se va a hundir por 25.000 inmigrantes que lleguen a las Islas Canarias», espetó a su llegada a este encuentro en el que se discute qué respuesta puede dar la UE al reto de la inmigración. Más adelante, recordó que hace algunos años llegaron a Alemania 448.000 refugiados de golpe. «Tuvimos que solucionarlo nosotros mismos. Lo hicimos con problemas, pero lo hicimos», subrayó. «Es evidente que la gente de Canarias no puede asumir esto sola pero, con toda España, no debería tener grandes problemas», manifestó Bechstein. El delegado alemán mostró su oposición a que se dediquen fondos comunitarios a financiar a los países que afrontan la acogida de inmigrantes.
La ministra austriaca de Justicia, Karin Gastinger, calificó de «señal equivocada» el proceso de regularización llevado a cabo el año pasado por el Ejecutivo de Zapatero. «No es una solución legalizar a los inmigrantes ilegales como hizo España porque, de algún modo, genera un factor de empuje en la gente de África, como desgraciadamente hemos visto en los últimos meses», afirmó. Su homóloga holandesa, Rita Verdonk, recordó también que España legalizó a 700.000 ilegales y que Francia va a amnistiar a 7.000. «Deben contar con nosotros cuando se toman ciertas decisiones», advirtió el ministro belga, Patrick Dewael.
Respuesta fuerte
En el largo debate celebrado en Tampere, los ministros de Interior de la UE insistieron, ante todo, en la necesidad de mostrar «una señal fuerte» a los ilegales, con repatriciones más rápidas y eficaces para convencer a los extranjeros de que no permanecerán en territorio europeo si entran de forma irregular y evitar así el ‘efecto llamada’. El titular español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, coincidió con esa postura, pero reclamó que la agencia de control de fronteras exteriores de la UE se implique en esas operaciones de repatriación y una mayor cooperación europea.
Pese a los deseos del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quien afirmó antes del encuentro que no parará hasta «lograr ayuda» europea para dar una respuesta al reto de la inmigración ilegal, la reunión finalizó con numerosas muestras de solidaridad hacia España pero sin ningún compromiso concreto. Sólo se aprobó una iniciativa de la presidencia finlandesa de turno para cubrir con fondos comunitarios una «parte significativa de los costes actuales que sean verificables».
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