Los inmigrantes que llegan hasta seis meses antes de cumplir los 18 años consiguen los 'papeles'
quienes tienen causas judiciales pendientes salen del proceso y optan por 'desaparecer'
Diario de noticias de Gipuzkoa, 22-09-2006Los menores inmigrantes que se juegan la vida para llegar a las costas españolas en busca de una vida mejor crecen y un día cumplen los 18 años. La Ley del Menor, que les ampara y protege hasta entonces, deja de tener efecto y la Ley de Extranjería cae como una losa sobre ellos.
Para evitar dejar un reguero de sin papeles formado por esos mismos inmigrantes que un día fueron niños protegidos y tutelados por las instituciones, existe un plan que busca su regularización para que puedan permanecer con papeles, con derechos y sin problemas siendo ya mayores de edad.
Patxi Agiriano, jefe del Servicio de Infancia, Juventud y Cooperación al Desarrollo de la Diputación de Gipuzkoa explica que “el papeleo de la parte administrativa resulta largo y complejo” pero no suele dar “problemas” para facilitar la regularización de estos menores.
De esta manera, al soplar las 18 velas los inmigrantes que han permanecido más de dos años en la red de acogida de la Diputación pueden solicitar una prórroga, como cualquier menor autóctono proveniente de familias desestructuradas para seguir viviendo “de acogida”. Sin embargo, esta es la opción menos solicitada en Gipuzkoa, “ya que hasta ahora apenas hemos tenido experiencias de este tipo”, explica Agiriano.
recursos para adultos La otra opción, “la más empleada”, pasa por beneficiarse de los recursos de inserción social que se ponen a disposición de los inmigrantes adultos, como son la orientación profesional o los centros de acogida, aunque ya no vivirá junto a otros menores.
El problema viene dado cuando estos chavales llegan a Gipuzkoa cuando apenas faltan unas semanas para que cumplan los 18 años, dado que se exige un tiempo mínimo de seis meses para iniciar el proceso. “Son muchos los que llegan unos días o semanas antes de cumplir los 18 años pensando, equivocadamente, que es la mejor manera de regularizar su situación”, explica. En estos casos se intenta buscar una solución “extraordinaria”, pero no siempre es posible.
Quienes se encuentran los obstáculos más altos y prácticamente insalvables son aquellos que, al cumplir los 18, “tienen causas judiciales pendientes”, algo que se da “bastante a menudo”. El motivo radica en que uno de los requisitos para que la Subdelegación de Gobierno inicie los trámites para regularizar la situación de estos inmigrantes pasa por demostrar su correcta integración social, lo que habiendo causas pendientes no es posible. Por ello, muchos de ellos optan por “desaparecer” y vivir en una situación irregular, concluye.
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