Tres embarcaciones llegaron ayer a las islas de Gran Canaria y Tenerife con 230 subsaharianos a bordo, de los que una es una mujer y otros 23 posiblemente menores de edad.

Las dos primeras naves con inmigrantes indocumentados llegaron a Gran Canaria y entre ambas albergaba a 72 personas, entre las que había una mujer y siete menores de edad, que arribaron entre la madrugada y las primeras horas la mañana a Gran Canaria.

El primer desembarco se produjo en el municipio grancanario de Mogán, en el sur de la isla, y en esa nave había una veintena de personas de origen marroquí, entre ellos una mujer y dos menores de edad.

El segundo grupo estaba formado por 52 varones de origen subsahariano, de ellos cinco menores de edad, según confirmaron fuentes de los servicios de emergencias.

La última arribó a Tenerife y en ella viajaban 158 personas, 16 de ellas aparentemente son menores de edad.

Ante la desesperada situación, el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, reclamó a la Unión Europea que diseñe una política común específica para las islas en materia de inmigración.

Martín realizó esta petición en la inauguración del seminario sobre la gestión de la inmigración irregular en las islas de la Unión Europea, y agregó que esta política común de inmigración debe ir acompañada de una política de seguridad.

Argumentó que el objetivo de esta política de seguridad será evitar la pérdidas de vidas en el mar y detectar las embarcaciones apenas hayan iniciado el viaje.