Los Mossos d’Esquadra y la Guàrdia Urbana de Figueres montaron ayer un amplio dispositivo en los barrios de Sant Joan y Bon Pastor para frenar “el incremento de la delincuencia y de las actitudes incívicas” en la zona, según explicó ayer el alcalde de Figueres, Joan Armangué (PSC). El dispositivo, bautizado Tardor, que tendrá continuidad en los próximos días con menor intensidad, contiene un mensaje de fondo dirigido a los delicuentes que se refugian en el barrio: “La ley es igual para todo el mundo en cualquier barrio de la ciudad”, dijo el alcalde Armangué.
“El objetivo es normalizar esta zona y que podamos patrullar como en una calle más de la ciudad, sin tener que salir escoltados por cuatro furgonetas”, explicó el subjefe de la comisaría de los Mossos de Figueres, Miquel Montfort.
En operativo policial en el lugar, donde viven numerosas familias gitanas, contó con la participación de 60 agentes de los Mossos y de la Guàrdia Urbana, empezó sobre las 9 de la mañana y se alargó todo el día. Fueron detenidas tres personas, entre ellas Manuel Fernández Cortés, alias Mime, con un largo historial delictivo, acusado de tráfico de drogas y con una orden judicial de ingreso en prisión pendiente. Ponerle las esposas no fue una tarea fácil para la policía, ya que Mime consiguió escapar del primer cerco policial con la ayuda de unos familiares. Fue arrestado en la riera Galligants.

SEGUIMIENTO
Los otros dos detenidos ayer fueron un vecino del barrio, de 34 años, que golpeó a un agente con la puerta del coche cuando lo estaba identificando, y un menor de 16 años de Hostalets de Llers, acusado de robar un ciclomotor. Este chico forma parte del grupo de cuatro menores, dos hermanos de dos familias gitanas, que en las últimas semanas han protagonizado varios asaltos y agresiones en la zona, incluso contra trabajadores y familiares del geriátrico Els Arcs, que está muy cerca.
Armangué anunció ayer que se ha establecido un protocolo con la Conselleria de Benestar i Família para hacer un seguimiento a estos chicos y, si es necesario, “retirar la custodia a sus padres o quitarles las ayudas sociales por desamparo”.
Según los datos provisionales ofrecidos ayer, durante la mañana los agentes hicieron 41 identificaciones y hallaron a 11 menores en la calle en horario escolar. También pusieron 14 denuncias de tráfico y la grúa municipal retiró 7 vehículos por varias infracciones.
La ocupación policial del barrio transcurrió con cierta tranquilidad. A pesar de ello, en pequeños corrillos, los vecinos mostraron su desacuerdo con el operativo. “La policía ya sabe quiénes son los que roban, ¡pues que los cojan! Estos montajes no sirven para nada, son tonterías y acabamos pagando todos”, gritaba indignada una mujer gitana en la calle del Doctor Fleming.