El consejero de Asuntos Sociales, Javier Madrazo, afirmó ayer que el Gobierno Vasco “respetará” las decisiones que adopten las diputaciones forales sobre la acogida de menores inmigrantes llegados a Canarias, porque son las instituciones competentes en esta materia.

Las tres diputaciones señalaron que su capacidad para acoger a menores está “saturada”, situación que comunicarán hoy al Gobierno Vasco en la reunión en la que les informará del “acuerdo de fondo” alcanzado en el Consejo Superior de Políticas de Inmigración.

No obstante, esa afirmación de las diputaciones ya ha suscitado críticas por parte de algunos grupos. La juntera de Aralar en Gipuzkoa, Rebeka Ubera, censuró que la Diputación “demuestra una gran hipocresía” y, aunque admitió que los centros están saturados, arguyó que se debe a “una falta absoluta de previsión” porque congelaron los presupuestos destinados a la sección de Inserción Social. “La Diputación no sabe por dónde le da el aire”, dijo.

Ante esta situación, exigió al ente foral “un mayor esfuerzo” y solicitó la comparecencia de la diputada para los Derechos Humanos, Empleo e Inserción Social, Mari Carmen Marín, para que dé cuenta ante las Juntas Generales del problema creado con los menores extranjeros.

Un contratiempo al que deberán hacer frente las diputaciones, según expresó Madrazo en una entrevista en ETB, donde dijo que “corresponde” a estas instituciones “decidir cómo van a moverse”.

contigo pero sin ti El consejero reiteró sus críticas a la Ley de Extranjería y a la actuación del Gobierno central, “que sólo recurre a las comunidades autónomas cuando hay problemas y crisis humanitarias, pero no lo hace para pactar la política de inmigración”.

Madrazo aseguró que la CAV “sí tiene capacidad de absorción de mano de obra inmigrante” en muchos sectores productivos y manifestó que esta posición no sólo es defendida por Lakua, sino también por empresarios y sindicatos.

Mantuvo que los datos ofrecidos por la juntera vizcaína del PP Nerea Llanos sobre ocupación de los inmigrantes “no son reales”.

Llanos señaló que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el número de inmigrantes, incluidos niños y mayores de 65 años, que están empadronados en Euskadi son 83.500, de los cuales 58.000 tienen la tarjeta de residencia y, de éstos, 38.000 cotizan a la Seguridad Social.

Por el contrario, Madrazo dijo ayer que en Euskadi hay unos 72.000 inmigrantes empadronados, de los cuales “aproximadamente” 60.000 cotizan a la Seguridad Social y en el resto habría que incluir a los que trabajan en la economía sumergida y a las mujeres no demandantes de empleo.