Siete de cada diez son marroquíes con edades entre los 15 y 17 años

el 80% de los menores convierte gipuzkoa en su destino final y apenas existe ya rotación

Diario de noticias de Gipuzkoa, 21-09-2006

La Diputación atiende en la actualidad a 97 menores extranjeros no acompañados, 27 de los cuales residen en los centros de urgencia de Urnieta y Tolosa. Los 70 restantes se distribuyen por los servicios de acogida normales o en pensiones habilitadas para tal fin. La red habitual, que cuenta con 191 plazas para menores extranjeros y locales, se encuentra desbordada.

Durante este año, han sido atendidos por los servicios forales un total de 136 menores, un número que, a falta de algo más de tres meses para que finalice el año, supone un incremento del 32% con respecto a 2004 , y que con toda certeza también será superior a los 146 de 2005. Prácticamente todos ellos tienen entre 15 y 17 años.

La procedencia mayoritaria de los menores extranjeros sin protección que llegan a Gipuzkoa es marroquí, en siete de cada diez casos, mientras que el resto viene de otros países africanos o extra comunitarios del este de Europa. En todo caso, el nuevo reparto del plan de evacuaciones negociado entre el Gobierno central y la CAV podría alterar este perfil si finalmente se lleva a cabo.

La mayor parte de los inmigrantes permanece en los centros de acogida menos de un mes, frecuentemente porque se demuestra que no son menores de 18 años, o bien porque no encuentran satisfechas sus expectativas y se marchan hacia otros lugares.

Los recursos de la Diputación para responder a la atención que precisan los menores extranjeros no acompañados son limitados, y la capacidad de acogida también. El reto es de envergadura con la llegada continuada de inmigrantes, el 80% de los cuales manifiesta su deseo de permanecer en Gipuzkoa.

La Diputación, competente en la materia, vive desde agosto con “mucha preocupación”, según admitió a este periódico hace unos días José Ignacio Intxausti, quien llegó a tildar de “kafkiana” la situación creada, porque “nadie se ha puesto en contacto con nosotros”.

por su propio pie La mayor parte de los acogidos llegan por sí solos a este territorio. Cuando son localizados por agentes de la Policía o cuando ellos mismos se presentan en una comisaría se inicia el proceso, trasladándolos a un centro de acogida de urgencia “para ejercer su protección”.

Para conocer la verdadera edad de los menores que llegan, son sometidos a dos tipos de pruebas. Una, ósea, tiene un margen de error de dos años. La segunda, más reciente, y conocida como ortopantomografía una placa radiográfica que mide el grado de desarrollo dental ofrece un margen de error más ajustado. Si las pruebas demuestran que el menor tiene 18 años cumplidos o más, no podrá beneficiarse del programa de acogida, lo que se refleja en un mayor porcentaje de menores que abandonan el centro de acogida de urgencia sin pasar al de estancia media-larga.

Los que se quedan, aprovechan su estancia para mejorar su formación educativa y lingüística con el objetivo de favorecer su futura “inserción social y laboral”. La calderería, soldadura y carpintería son los sectores que más fuerza están cobrando

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)