La diputada para la Política Social, Esther Larrañaga, aseguró ayer que “no hay sitio para más menores extranjeros” porque “la Diputación cuenta con las plazas que cuenta” y su red de acogida está “desbordada”, hasta el punto de que se ha tenido que echar mano de una “solución de emergencia” como es alquilar habitaciones en pensiones. Una medida que, recalcó, “no encaja con la red de acogimiento que quiere la Diputación” para estos menores.

Sin embargo, la institución foral guipuzcoana no se opondrá en la reunión que mantendrá hoy con responsables del Gobierno Vasco a la llegada y acogida de parte de los inmigrantes menores de edad que el Gobierno de Canarias busca repartir por todo el Estado, tras desembarcar en sus costas. “Les expondremos la fotografía real de la situación de Gipuzkoa y escucharemos lo que el Gobierno, que es el que ha participado directamente en las reuniones, quiere trasladarnos”, aclaró.

Larrañaga compareció ayer en Donostia junto a la diputada para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social, Mari Carmen Marín, y los directores de ambos departamentos, para dar cuenta de la “realidad” que vive la acogida de inmigrantes extranjeros en el territorio guipuzcoano. Ambas diputadas hicieron hincapié en explicar que “hasta el día de hoy, se han atendido todas las situaciones de menores extranjeros no acompañados que han llegado al territorio, aunque sea con soluciones de emergencia como es acogerlos en determinadas pensiones con un soporte educativo”. “Se han atendido y los seguiremos atendiendo”, aclararon.

GOBIERNO VASCO En la reunión que mantendrán hoy las tres diputaciones con el director de Inmigración del Gobierno Vasco, Roberto Marro, se dará cuenta a los responsables forales de la decisión del Consejo Superior de Políticas de Inmigración de repartir 500 menores inmigrantes llegados a Canarias entre las diferentes comunidades autónomas.

Las diputadas explicaron que, en la actualidad, hay 97 menores extranjeros no acompañados acogidos por la Diputación, de los que un 69% proviene de Marruecos y el 31% “del resto de África y del Este de Europa”.

Según explicaron, los menores son atendidos a su llegada en los centros de acogida de urgencia para pasar, a continuación, a ocupar alguna de las 191 plazas de acogimiento residencial distribuidas en una veintena de pisos, “donde conviven con menores de Gipuzkoa”.

Para hacer frente a esta importante llegada de menores inmigrantes, ha sido necesario duplicar el gasto previsto para este año, que ha pasado de 2,2 millones de euros a 4,5 millones para el año 2006.

Con todos estos datos sobre la mesa, la Diputación concluye que “la masiva presencia de estos menores extranjeros en el territorio guipuzcoano está afectando al funcionamiento normal del sistema”, que está “sobrepasado”.

Tras recordar que Gipuzkoa contaba en 2003 con 17 plazas para menores extranjeros, “que nunca estuvieron completas”, y tras asegurar que los recursos “no son ilimitados”, las diputadas advirtieron de la necesidad de “reflexionar” sobre “si el modelo que les ofrecemos es el más adecuado”.

Larrañaga instó igualmente a meditar sobre el “problema de la inmigración” y sobre la necesidad de “articular un sistema basado en la solidaridad sostenible” para evitar que el modelo actual de atención a menores, “no sólo a los extranjeros”, finalmente haga “crac”.