El director de la OIM ve "muy difícil" la situación en Canarias

La Organización Internacional para las Migraciones está asesorando tanto a España como a los países africanos

Canarias 7, 21-09-2006


Santo Domingo
El director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el estadounidense Brunson McKinley, calificó hoy de “muy difícil” la situación de los inmigrantes ilegales llegados a las islas Canarias desde África.

“Para las autoridades españolas ha sido un verdadero problema esa situación que por momentos parece fuera de control ante el gran número de personas que cada día hacen la travesía”, dijo McKinley en una entrevista.

Sin embargo, el director de la OIM dijo que ese organismo está asesorando tanto a España como a los países africanos desde donde se producen las migraciones, con el objetivo de buscar soluciones al problema.

“Nosotros estamos trabajando para que esas personas puedan regresar a sus países de origen en buenas condiciones”, señaló McKinley, que visita por primera la República Dominicana.

El titular de la OIM recordó que España ingresó recientemente como miembro de la organización, lo que ha ayudado “mucho” a fortalecer el trabajo del organismo en la situación.

“Muchos de los viajeros africanos llegan a territorio español sin documentos de identificación, lo que dificulta aún más el proceso de retorno a sus países de origen”, consideró el director de la OIM.

McKinley sugirió la adopción cuando antes de mecanismos que detengan la masiva llegada de indocumentados africanos a las islas Canarias, “porque la situación de éstos es muy difícil”.

“Una de las principales tareas que tratamos de realizar es la de promover acuerdos entre los países involucrados, para reducir los riesgos de pérdidas de vidas y lesiones a los inmigrantes”, precisó.

En los últimos meses, miles de indocumentados africanos han llegado en frágiles embarcaciones a las islas Canarias.

Por otra parte, McKinley aseguró que se avanza “a pasos gigantes” en mejorar las condiciones de vida de centenares de personas afectadas en el sur del Líbano por el conflicto armado entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá.

“Hemos recibido la ayuda solidaria de muchos libaneses, que se han integrado a las labores de asistencia a sus compatriotas alojados muchos de ellos en carpas ante la pérdida de sus hogares”, dijo.

McKinley también alabó el trabajo de los cascos azules de la ONU, a quienes atribuyó el mérito de evitar en el sur del Líbano un “desastre” humanitario.

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