P. H./VALENCIA

Seis centros de la Generalitat de acogida de menores y que albergan actualmente a inmigrantes se encuentran al completo. Suman 168 plazas y la mayoría están ocupadas por extranjeros. Desde el Consell reclamaron ayer al Gobierno que devuelva a sus familias a los adolescentes subsaharianos llegados a Canarias. La Comunitat Valenciana tiene actualmente seis centros de acogida de menores que están ocupados, parcial o totalmente, por inmigrantes. Todos ellos se encuentran llenos. “Estamos a tope, como siempre”, destacan desde estas instalaciones.

En total esos centros cuentan con 168 plazas en las tres provincias. Algunos de ellos están ocupados casi exclusivamente por adolescentes extranjeros y otros, también por españoles.

La Conselleria de Bienestar Social ha informado de forma oficial de que cuenta con “tres centros de acogida especializada” para un total de 60 menores inmigrantes. Según fuentes de la Generalitat, dos de estas instalaciones se encuentran en Valencia y la tercera, en Alicante.

Sin embargo, fuentes de los centros consultadas ayer aseguraron que existen más instalaciones con inmigrantes aunque no sean específicos para niños extranjeros. La cantidad de plazas se eleva así a 168, aunque parte de ellas son ocupadas por españoles.

Al margen de estas residencias de acogida, en la Comunitat Valenciana existen cuatro pisos tutelados por la Generalitat en Valencia, Mislata y Ontinyent, donde hay dos viviendas de este tipo.

Sólo un centro con plazas libres

En toda la Comunitat tan sólo había un centro que ayer mismo podría haber recibido a menores inmigrantes procedentes de Canarias o de cualquier municipio valenciano. Se trata de la residencia del Baix Maestrat, que reabrió sus puertas este mismo verano tras unas obras y tiene libres casi la mitad de sus 25 plazas.

En la tarde de ayer no fue posible que fuentes oficiales de Bienestar Social aclararan la disponibilidad de plazas para colaborar en la acogida de menores extranjeros trasladados desde Canarias.

Por la mañana, la consellera Alicia de Miguel reclamó al Gobierno que intente “por encima de todo, hacer el reagrupamiento familiar” de los adolescentes arribados en cayucos; es decir, antes de trasladarlos a la península que sean devueltos a sus hogares.

Este el principal problema para su repatriación, que en la gran mayoría de casos no hay garantías de que el menor podrá estar bien atendido en su lugar de origen.

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