TERESA CRUZ / LUZ BELINDA

LAS PALMAS.-Los subsaharianos malviven en el centro de La Isleta, en Las Palmas, rodeados de basura y ratas Camacho asegura que no hay «amontonamiento», pero 6.000 ‘sin papeles’ se hacinan en Tenerife El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, negó ayer la evidencia. Tras visitar los centros de internamiento de extranjeros de La Isleta, en Gran Canaria, y de Hoya Fría y Las Raíces, en Tenerife, aseguró que «no hay amontonamiento de seres humanos». El máximo responsable de la Secretaría de Seguridad del Gobierno no cree que exista colapso en los centros de inmigrantes de Canarias y habló de un trato digno a los sin papeles.

Estas declaraciones chocan frontalmente con las denuncias realizadas por los sindicatos policiales y las imágenes captadas en el interior de estos centros, que ayer daba a conocer EL MUNDO. «No puede hablarse de colapso, en este momento, de los centros. No hay personas que estén durmiendo a la intemperie; existen literas, colchones individuales; no hay, por lo tanto, amontonamiento de seres humanos, que es algo que no admitiría el Gobierno».

Es la frase textual con la que Antonio Camacho resumía su visita a los centros, la comisaría de Las Américas, al sur de Tenerife, y a la nave industrial del puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde pernoctan los 165 inmigrantes asiáticos del pesquero Al – Mari.

Camacho reiteró «que los centros están abiertos a las organizaciones no gubernamentales y a todas las que se dedican a la protección de los derechos de los inmigrantes».

Pese a que el secretario de Estado trató de suavizar las condiciones en que se encuentran estas personas, la situación en la que viven en el centro de internamiento de La Isleta, en Las Palmas, es denigrante. Allí, 1.472 subsaharianos malviven junto a la basura y las ratas. Las duchas están llenas de barro y los sin papeles se ven obligados a orinar dentro de botellas de agua, que luego son arrojadas en los alrededores del centro.

La falta de condiciones higiénicas está provocando que los roedores campen a sus anchas por el campamento militar. El hacinamiento está provocando que cada día los inmigrantes se pongan más nerviosos y, según ha podido saber este periódico, los agentes se enfrentan casi a diario a situaciones de indisciplina motivadas, entre otras circunstancias, por la desesperación de los sin papeles. En los exteriores, la situación no es mejor. La instalación de la luz que utiliza el centro es, como mínimo, precaria y las dependencias de control donde trabajan los policías a la entrada no reúnen las condiciones de seguridad.

El campamento está repleto de porquería, moscas e insectos por doquier. Los agentes que custodian a estas personas retenidas por entrada ilegal en el país están al límite de sus fuerzas. En estas condiciones no es de extrañar que tanto los inmigrantes como los agentes se encuentren en un estado de desesperación tal que el conflicto pueda alcanzar dimensiones difíciles de controlar.

En Tenerife, prosigue el hacinamiento de los inmigrantes, como ayer denunciaba este diario. Tanto en los centros de internamiento como en las dependencias policiales de Tenerife sur suman casi 6.000 los irregulares ingresados.

La situación no tiene visos de mejorar, ya que el goteo de cayucos no da tregua. Ayer fueron cuatro las barcazas que alcanzaron las costas tinerfeñas, en las que viajaban 303 sin papeles. Camacho informó que desde agosto la lucha contra la inmigración irregular frente a las costas africanas ha supuesto la intervención de 39 embarcaciones y la detención de 2.300 irregulares.