La Otra Orilla. La Benemérita lo solucionará
«Ojalá los señores Mesquida y Camacho creyeran a Segura. Ojalá intentaran hablar directamente con los agentes de a pie, con el SUP o la CEP»
Canarias 7, 19-09-2006Una de las canciones más populares y divertidas de Ataúd Vacante, la banda de rock más espectacular que parieron estas islas durante los años ochenta, se titulaba La benemérita y decía: «Hoy domingo ho hay gas, la benemérita me lo traerá; la lavadora no funciona, la benemérita me la arreglará. Los siento por vosotros muchachos, pero habéis dado con la Guardia Civil». Nadie duda de la entrega de aquellos picoletos, ni de sus contemporáneos que se juegan la vida a diario rescatando de una muerte segura a jóvenes, mujeres y bebés, noche tras noche, ola sobre ola. Lo mismo ocurre con la policía nacional, ahora distribuidos en pequeñas pandillas de tres a seis agentes que custodian ellos sólo a miles de inmigrantes recluidos. La diferencia esencial en todos estos años es que los agentes y sus mandos eran más respetados por sus representantes políticos.
Hoy es difícil encontrar un responsable público que reconozca que hacen falta más patrulleras. Ni se sonrojan cuando se les recuerda que las costas de estas islas están tan desprotegidas que cualquier barco puede descargar lo que se le antoje sin que nos enteremos. No hay quien demuestre un atisbo de humanidad y reconozca que sus hombres están agotados, atemorizados, abandonados. Todos estos políticos memorizaron a fuego aquella clase de matemáticas donde se enseñó que 2+2 eran 5 y, si eras aplicado, a lo mejor te sale 8. Por eso deben entender que nos explotemos de risa cuando dicen que enviarán 500 agentes de golpe, porque ya les adelanto que hay truco: o vendrán por 15 días, o sustituyen a compañeros ya exhaustos o sustituyen bajas médicas o vacantes o simplemente suman los ya enviados.
Ojalá los señores Mesquida y Camacho creyeran a Segura. Ojalá intentaran hablar directamente con los agentes, con el SUP o la CEP. A nadie le han tocado buenos tiempos. Tampoco a nosotros, desbordados por los acontecimientos, en unas islas que se llenan de miedo, intolerancia y desinformación. Así que, ya sabe, si este domingo se le va el gas o se estropea la lavadora ya no habrá benemérita que lo arregle. Llame a un político.
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