Sarkozy considera «una catástrofe» la regularización de Zapatero

El Mundo, 19-09-2006

«Los países como España que han procedido a regularizaciones de masa, se han dado cuenta de la catástrofe que han provocado. Por su culpa se ha producido una explosión de las demandas de regularización», declaró el domingo el ministro del Interior francés, Nicolás Sarkozy, en la segunda cadena de televisión (France 2).


Sarkozy ha cumplido su promesa de severidad en materia de inmigración, hasta el extremo de que sólo ha decidido admitir una de cada cinco demandas de regularización que habían solicitado familiares con hijos escolarizados actualmente en Francia.


La cifra de aspirantes a los papeles era de 30.000, pero el ministro del Interior sólo ha tenido en cuenta 6.924 casos. Es decir, aquellos expedientes de legalización donde se ha acreditado suficiente voluntad de inserción y de integración en las reglas del juego francesas. La política restrictiva de Sarkozy también pretende replicar las iniciativas de regularización masiva del Gobierno de Zapatero. Es más, considera desastroso el ejemplo de España porque implica un efecto llamada y porque condiciona la política europea de fronteras.


El ministro del Interior, favorito del centro derecha a las presidenciales, ha elegido el camino del escarmiento. El Partido Socialista y las asociaciones de inmigrantes condenan que vayan a expulsarse a 23.000 familiares con hijos escolarizados en Francia, pero Sarkozy ya había prevenido que la regularización de los sin papeles se llevaría con extrema severidad para evitar el desbordamiento de la inmigración.


Unico filtro


«Cuando alguien está en Francia desde hace tres o cuatro años y no habla una palabra de francés, está claro que no quiere integrarse. He aquí uno de los criterios que se han empleado en el estudio de los expedientes. No ha habido arbitrariedad ni interpretaciones subjetivas. El único filtro ha sido advertir la voluntad de convertirse en francés», señaló el ministro del Interior.


La cifra de los 6.924 casos corresponde los padres y a sus hijos escolarizados, de modo que va a producirse una expulsión masiva de muchos otros alumnos que actualmente estudian en Francia y cuyos progenitores no han pasado el examen de Nicolás Sarkozy. El ministro del Interior recordó con dureza que el Gobierno socialista de Jospin hubiera regularizado a 80.000 personas. Para paliar semejantes iniciativas, Sarkozy, antagonista de Ségolène Royal en la precampaña electoral francesa, puso sobre la mesa las estadísticas de expulsiones que él mismo ha promovido en este último trienio: 15.000 en 2004, 20.000 en 2005, y 25.000 al final del ejercicio 2006.

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