Los 165 inmigrantes asiáticos del barco ‘Al Mari’, que llegó a Tenerife la noche del jueves, ya cuentan con auto de internamiento. Según comunicó a EL MUNDO un portavoz del Juzgado de Guardia de Santa Cruz de Tenerife, sólo queda que el fiscal revise la resolución, lo que hará hoy mismo.

Siete funcionarios judiciales han trabajado a destajo durante el fin de semana para acelerar los trámites de expulsión de los ‘sin papeles’, que llegaron a bordo de este barco, calificado como «chatarra flotante» por el capitán marítimo de Santa Cruz, Antonio Padrón.

El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, que ayer mantuvo en Gran Canaria un encuentro con los responsables de las Fuerzas de Seguridad en el archipiélago, no quiso concretar a dónde serán enviadas estas personas. Los rumores señalan la nave portuaria en la que están acogidos como solución temporal, a la vista de la saturación de los centros de internamiento de las islas.

Camacho subrayó la complejidad del proceso de expulsión, aunque se trabaja para «una inmediata repatriación». Para ello se ha contactado con sus países de origen; el 90% son de Pakistán, y el resto procede de la India y Sri Lanka. Camacho eludió cualquier referencia a la posible existencia de otra embarcación de características similares al ‘Al – Mari’.

El responsable de la Secretaría de Estado de Seguridad cree que los incidentes de El Matorral, de semanas atrás, donde cinco agentes resultados heridos leves tras un enfrentamiento con los internos, «no pueden calificarse de motín». Sin embargo, consciente de la necesidad de reforzar la seguridad en las islas, 42 agentes de Policía Nacional llegarán durante los próximos días, lo que incrementará la plantilla a 440.