Lo que los inmigrantes dan a Navarra
Diario de Noticias, 19-09-2006La llegada de inmigrantes está provocando un aumento del PIB.
Es muy habitual escuchar en las conversaciones de la ciudadanía comentarios negativos sobre la llegada de inmigrantes a Navarra. Les achacan el progresivo aumento de la violencia, la saturación de la sanidad pública o la falta de empleo para los jóvenes del país de origen. Sin embargo, pocas veces se habla del impacto positivo que la población extranjera provoca en la economía del país que les acoge. Porque este colectivo, además de generar dinero en términos de producción formando parte de la población activa, de renta y de consumo, contribuye de manera positiva al sistema de protección social y de bienestar de Navarra, ya que los gastos estimados son inferiores a los ingresos. La balanza se inclina, por tanto, a favor de los navarros. Así queda reflejado en un estudio realizado por la Universidad Pública de Navarra para el Departamento de Bienestar Social.
Este impacto positivo se ha puesto también de manifiesto en un informe publicado recientemente por Caixa Catalunya, que habla de un crecimiento de 2,6 puntos porcentuales anuales del Producto Interior Bruto (PIB) per cápita español entre 1999 y 2005 gracias a la inmigración. En el caso de la Comunidad Foral, los últimos datos apuntan a que los más de 56.000 extranjeros que actualmente están censados en Navarra aportan al año más de 224 millones de euros a las arcas forales, lo que supone un 2,5% del PIB. Y es que, hoy por hoy, se evidencia un superávit económico de las aportaciones de los extranjeros al sector público navarro.
papel de productores
Más de 26.000 extranjeros cotizan a la Seguridad Social
En el proceso de transformación y de crecimiento económico que viene experimentando la Comunidad Foral, la inmigración ha sido un factor muy relevante en los últimos años que ha contribuido a potenciar el propio crecimiento de la economía navarra. Así, del total de la población inmigrante ocupada, cerca del 15% trabaja en la agricultura, el 11% en la industria, el 19,3% en la construcción y el resto, el 55% en el sector servicios (hostelería y servicio doméstico, sobre todo). Por tanto, estos sectores suponen casi el 70% del empleo del colectivo extranjero.
En la actualidad, en Navarra se contabilizan un total de 26.410 extranjeros afiliados a la Seguridad Social (el 9,8% de la población total), de los que 10.267 son mujeres y 6.143 hombres. De todos ellos, el 70,7% trabaja en régimen general, el 6,5% es autónomo, el 9,3% lo hace en el sector agrario y el 13,5% en el sector doméstico. Asimismo, se ha cifrado en 3.612 los trabajadores que se dedican a la industria, 6.055 a la construcción, 2.036 al comercio y 2.566 a la hostelería.
Recaudación fiscal
Las arcas forales se ingresan gracias a los inmigrantes entre 10 y 12 millones por el IVA
Los inmigrantes son también sujetos de la recaudación fiscal, en forma proporcional a los ingresos que generan y a los gastos que realizan. Su participación en los impuestos indirectos es exactamente proporcional a su nivel de consumo. Un dato que, por otra parte, es difícil de conocer con exactitud. Sin embargo, sí es necesario remarcar que tanto los inmigrantes legales como los sin papeles pagan impuestos en la Comunidad Foral. Como hipótesis, se estima que se realizan un total de 10 ó 12 millones de ingresos solamente por el IVA, sin contar otros consumos como la gasolina, alcohol o tabaco, que tiene un impacto horizontal y menos progresivo.
En la participación en los impuestos directos, como es el caso del IRPF, la cosa cambia, ya que está condicionada por la situación de irregularidad en la que viven muchos inmigrantes (cuatro de cada diez trabajadores extranjeros), así como por los bajos salarios que percibe este colectivo. Por estas razones, los inmigrantes en Navarra suponen tan sólo el 3% de las declaraciones del IRPF, muy por debajo de su peso demográfico. En términos de recaudación, el porcentaje es todavía menor un 1,5% de la cuota. Una clara constatación de que el impacto en el capítulo de los impuestos directos es menor que en el de los indirectos.
consumo/vivienda
Los propietarios navarros se embolsan 50 millones de euros en el alquiler de pisos a inmigrantes
El coste del alquiler o compra de la vivienda supone una parte importante de los ingresos mensuales de los inmigrantes. Un dinero que, de forma indirecta, se destina a engrosar las arcas de los propietarios de estos hogares, y por tanto, de la economía foral. Así, se calcula que los arrendatarios de las viviendas pueden estar ingresando anualmente unos 50 millones de euros en concepto de alquiler. Este proceso de transferencia de renta a las familias navarras propietarias es equivalente a casi 100 veces el coste de la Renta Básica para los inmigrantes. Más aún, se calcula que daría para pagar 10 programas completos de renta básica como el actual o 4 veces el complemento a las pensiones de viudedad que paga el Gobierno foral.
Por otra parte, hay datos que indican que los inmigrantes extra comunitarios ocupaban, a finales de 2004, unas 12.000 viviendas principales de las 200.000 existentes en Navarra. De éstas, cerca de 10.000 han sido alquiladas por este colectivo. En lo que al gasto se refiere, se calcula que los inmigrantes destinan 450 euros al pago del alquiler o compra de la vivienda. Por nacionalidades, son los asiáticos quienes tienen un mayor peso en la compra hipotética de la vivienda, seguidos de lejos por los ecuatorianos y los de Europa del Este. Por el contrario, los magrebíes ocupan la última posición en esta clasificación de gasto mensual.
Los límites en el acceso a la vivienda y la necesidad de destinar una proporción importante de recursos a este fin, los compromisos familiares que se traducen en el envío de dinero hacia los países de origen y los bajos salarios, que generalmente recibe este colectivo, influyen en el hecho de que los inmigrantes no sean unos consumidores habituales. Pero, aunque la visión de este colectivo como consumidores aún está lejos de ser una realidad, se calcula que de los 224 millones de euros ingresados por los inmigrantes, un 60% se quedaría disponible para el consumo en Navarra.
La balanza se inclina hacia los navarros
Según ha quedado constatado en diversos estudios sobre inmigración en Navarra, la atención a los extranjeros en los servicios sociales, sanitarios y educativos no ha supuesto un aumento proporcional de los recursos humanos, sino que en la mayoría de los casos se ha realizado con la plantilla ya existente. Por esta razón, su impacto en el aumento del gasto público ha sido bastante más limitado. Además, el hecho de que la población inmigrante sea muy joven y no existan apenas ancianos influye en que no se realicen gastos en temas de pensiones, atención sanitaria o servicios sociales de atención a este colectivo (que, por otra parte, es uno de los capítulos más peliagudos del gasto social). Esta situación, lógicamente, cambiará con el paso de los años, pero está claro que, hoy por hoy, se trata de un frente cerrado. Así, cabe una reflexión que no es otra que prestar más atención al impacto positivo que este colectivo genera en la economía navarra y entender el aumento del gasto público como un aspecto más de un nuevo modelo de integración social, que habría que extender, según la opinión de muchos expertos en la materia, para dar cobertura a las necesidades existentes. >m.o.j.
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