ESTHER AGUIRRE – Dakar (Senegal). Efe
Mamadu Salif Diallo, un senegalés de 16 años que fue repatriado el pasado lunes a Dakar tras haber sido interceptado el cayuco en que viajaba por una patrullera marroquí, aseguró que, si tienen ocasión, tanto él como sus compañeros lo volverán a intentar, a pesar del “infierno” que han vivido para salir de su país. Así lo afirmó este joven, residente en la capital de Senegal, que no dudó en embarcarse en este periplo de trece días para tratar de salir de su país e introducirse en Europa a través de España, ya que, confesó, es la zona “más fácil” por la que “podemos conseguir nuestro objetivo”.

Mamadu relató su angustia y desesperación al ver cómo, a falta de cuatro horas para llegar a Canarias y después de 13 días de viaje, el cayuco en el que iba, junto a otras 62 personas, era interceptado por una patrullera de Marruecos, país desde el que fue repatriado. “En ese momento se nos vinieron abajo todas las ilusiones que teníamos”, recordó. Incluso uno de sus compatriotas “se volvió loco, no se lo podía creer, después de tanto sufrimiento. Teníamos todos muchas esperanzas de conseguirlo”, añadió.

Sobre el viaje en cayuco, dijo que “fue un auténtico infierno, desde el principio hasta el fin”, porque el barco tenía agujeros por todas partes y no paraba de entrar agua. “Teníamos que achicar el agua todo el rato; no podíamos dormir y muchos pensaban que iban a morir”, relató.

“Tanto para mí como para mi familia lo más importante es que he llegado vivo y que no he muerto en el intento”, aseveró Mamadu. Pero “en Senegal, los jóvenes no tenemos futuro”. Mamadu quería llegar a territorio español porque es “más fácil” entrar por España para después continuar su viaje a Francia. A la mínima, en cuanto reúna dinero, lo volverá a intentar.