REDACCIÓN/ MADRID/VALENCIA

Las conclusiones de la Conferencia Política del PSOE endurecieron aún más el lenguaje que este partido y el Gobierno están utilizando en materia de extranjería desde el inicio del curso político. Por primera vez, los socialistas se refirieron a la inmigración irregular como “una fuente potencial de conflicto” y abogaron por impedirla en el marco de la Unión Europea.


Ésta y otras conclusiones quedaron plasmadas en el documento sobre “Nuevas respuestas”, que presentó el secretario general del PSPV, Ignasi Pla. La participación del líder valenciano pretendía ser un impulso a su candidatura a la Generalitat (dada la importancia de su intervención), pero éste evitó a lo largo de todo su discurso hacer referencia a cualquier asunto valenciano.


Pla destacó, por ejemplo, la necesidad de incrementar la ayuda al desarrollo y la lucha contra las mafias que trafican con personas, y afirmó que las instituciones europeas están obligadas a compartir el control de las fronteras. Pero ni una palabra sobre los inmigrantes que son trasladados a la Comunitat desde Canarias y a los que el Gobierno valenciano atiende en sus necesidades más básicas.


El PSOE nunca ha pedido ‘‘papeles para todos’’, pero hasta ahora en sus discursos públicos se refería a este fenómeno en términos más suaves y siempre haciendo hincapié en los aspectos positivos que conlleva. Desde que la vicepresidenta primera endureció el discurso del Gobierno como consecuencia de la llegada masiva de cayucos a Canarias, el PSOE ha subido el tono hasta alertar en este cónclave de los “efectos negativos” de la llegada de ‘‘sin papeles’’. Aún así, el documento asegura que los socialistas siguen abogando por la integración de los extranjeros.