A las diez de la noche todos los permisos se van a la cama. La ley sale entonces a patrullar las calles de Murcia para asegurar que las restricciones en la venta de alcohol se cumplen según la legalidad vigente. Estas limitaciones abarcan desde el consumo en la vía pública hasta la prohibición expresa de su venta, suministro y distribución en los establecimientos abiertos durante la madrugada.

La legislación vigente, aprobada en octubre de 1997 y cuya última modificación ( mucho más restrictiva) se produjo en 2005, es contundente en cuanto al suministro de este tipo de bebidas. El tiempo de limitación de su venta quedó comprendido, mediante ordenanza municipal, entre las diez de la noche y las siete de la mañana. En ese aspecto, no todos los locales de la ciudad cumplen las exigencias marcadas por la ley. La ejecución de una ley es siempre un hecho dudoso y, en este caso, fácilmente quebrantable.

Si bien la legislación insta a su obligado cumplimiento, son muchos los comercios en Murcia que transgreden la normativa en pro de sus intereses particulares. O lo que es lo mismo, más de uno, y más de dos locales en la ciudad ofertan y venden alcohol traspasada la ilegal frontera de las diez de la noche. Un hecho que, a pesar de la vigencia de la ordenanza y de la predisposición de los órganos policiales para su erradicación, se sigue cometiendo y además de forma indiscriminada por muchos establecimientos.

No en vano, si un ciudadano quiere hacerse con una botella de alcohol después de las diez de la noche, sólo tiene que acudir a un establecimiento 24 horas o a una tienda regentada por orientales y comprarla. En algunas ocasiones es así de sencillo, y el impedimento por parte del dependiente es casi nulo. El incumplimiento de esta normativa lleva aparejada una multa de 1.800 euros y su reincidencia puede ocasionar incluso el cierre del local.

Cartel indicativo

La ley prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en gasolineras, áreas de servicio y descanso de las autovías y autopistas, así como en las tiendas de 24 horas, durantes las horas establecidas por la ley. Todos tienen la obligación de contar con un cartel indicativo que rece El consumo abusivo de bebidas alcohólicas produce adicción y graves problemas de salud, y otro donde se lea claramente la prohibición de venta de alcohol a menores de dieciocho años, así como el horario restringido. Sin embargo, la mayoría de ellos se convierten en un mero elemento decorativo en la pared de los establecimientos.

Son las tiendas abiertas las 24 horas, conocidas como chinos, los se llevan la palma en cuanto al incumplimiento de la ley en la venta de alcohol fuera del horario permitido y el suministro a menores.

Las gasolineras son uno de los comercios más sensibles a la venta de alcohol por la noche, pero a la vez, son los establecimientos que mejor cumplen la ley. Sus cajas registradoras cuentan con un sistema que, al marcar el código de barras de un producto prohibido, avisa al vendedor de la ilegalidad de la venta. Para evitar sanciones, las gasolineras cuentan con un sistema preventivo. La máquina registradora informa a la centralita de la empresa en el momento en el que un empleado marca el código de barras en la caja perteneciente a una bebida alcohólica, la operación queda grabada y las multas se hacen presentes.

Las consecuencias que puede padecer un vendedor de una gasolinera por dispensar alcohol pasada la hora permitida son tajantes: suspensión de empleo y retirada del sueldo. De este modo, se garantiza un control del que no disfrutan otros muchos establecimientos. A pesar de todo, en muchas de estas tiendas de carburantes se sigue vendiendo alcohol a partir de las diez de la noche. Todos los comercios de la ciudad de Murcia están obligados, por la ordenanza implantada por la Concejalía de Seguridad en octubre del pasado año, a separar físicamente las zonas para bebidas alcohólicas de los restantes productos de venta, con un sistema de cerramiento durante el horario de prohibición. Basta con acercarse a una tienda de 24 horas y observar que la ley en este caso también se incumple.

Lo cierto es que ésta es una medida claramente dirigida a luchar contra el botellón, pues determinados establecimientos de la ciudad, a ciertas horas de la noche, se convierten en importantes puntos de abastecimiento de bebidas alcohólicas para jóvenes de cualquier edad que los fines de semana recurren a esta práctica para pasar el rato a bajo coste.