El viaje «Rumbo al Sur» que cambió sus vidas

Los 87 jóvenes que han visitado durante 22 días Marruecos, Mauritania y Senegal regresaron ayer a Madrid después de recorrer más de 6.500 kilómetros. Muchos de ellos han prometido que volverán dentro de unos años como cooperantes

La Razón, 18-09-2006

Javier Rodríguez (e. e)

dakar – Durante veintidos días, 87 jóvenes madrileños han tenido la
oportunidad de enfrentarse cara a cara con la parte más amarga de la
condición humana. Se trata de los participantes de la ruta Madrid Rumbo al
Sur, que ayer aterrizaron en Barajas poniendo fin a una aventura que
arrancó el pasado 25 de agosto. Durante este tiempo, y capitaneados por
Telmo Aldaz, han tenido la oportunidad de conocer la realidad de
Marruecos, Mauritania y Senegal, países en los que la Comunidad de Madrid
financia diversos proyectos de cooperación que los menores visitaron
durante los 6.500 kilómetros recorridos.
La mayoría de chicos y
chicas han quedado impactados con lo que han visto y, a buen seguro,
tomarán esta experiencia como una primera toma de contacto con un mundo
que tan sólo conocían a través de la versión dulcificada que a menudo
hacen de él los medios de comunicación. Con el paso de los años, muchos de
ellos volverán, como afirman convencidos, pero esta vez con la firme
intención de aportar su granito de arena en hacer de este un mundo un poco
mejor.
La sonrisa del que nada tiene. De los 14 proyectos visitados
durante los 22 días, los que más «tocaron» a los jóvenes madrileños fueron
los relacionados con la infancia. En ellos tuvieron oportunidad de
compartir unas horas con chavales como ellos que viven en situaciones más
que precarias. Pese a todo, no dudaron en destacar la felicidad contagiosa
que emanan pese a no tener nada.
Ya en Senegal, último país de la
aventura, tuvieron un encuentro con el viceconsejero de Inmigración,
Carlos Clemente; la directora general de Voluntariado, Laura Ruiz de
Galarreta, y el director general de Juventud, Antonio González Terol.
Allí, los chavales tuvieron la oportunidad de expresar su opinión sobre lo
vivido y lo que debería mejorar para futuras ediciones. Desde la queja
sobre las fotos que se han hecho, hasta el recuerdo de los otros jóvenes
que se quedaron en puertas de vivir la aventura y que «se lo merecían»,
pasando por la petición de que se deje más tiempo libre para «tener
contacto con la gente de los lugares visitados».
También hubo
quejas sobre los «tiempos muertos sin hacer nada», que fue respondida por
otro muchacho que aconsejó aprovecharlos para «lavar la ropa». También se
puso sobre la mesa la necesidad de hacer debates sobre «las cosas tan
duras que hemos visto».
La directora general de Voluntariado
también tuvo la oportunidad de valorar un viaje que ha sido «una lección
en muchos sentidos. Han tenido la oportunidad de convivir, de visitar los
proyectos… Ruiz aseguró que, de cara a futuras ediciones, se tendrán muy
en cuenta las sugerencias planteadas por los chicos y chicas de la ruta y
las que harán dentro de un par de semanas, una vez que hayan asimilado la
experiencia que acaban de concluir. Pero para muchos, el camino acaba de
iniciarse. Según ella, ya son muchos los que se han dirigido a ella para
solicitar información sobre ONG. Y es que, el sentimiento de la
solidaridad ha germinado al «sur» de Madrid.

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