Al menos 253 sin papeles han llegado a las costas españolas este domingo a bordo de cinco pateras: una a Ceuta, tres a Canarias y dos a Granada. La última, a bordo de la cual viajaban 33 inmigrantes, llegó a las 23.30 de ayer al puerto de Motril tras ser avistada a unas 50 millas al sur de Almuñécar. Allí les esperaba un dispositivo montado por voluntarios de Cruz Roja, Policía Nacional y Guardia Civil, que les proporcionaron una primera asistencia alimenticia y médica. Dos de los indocumentados necesitaron ser atendidos por diferentes problemas musculares. Eran todos varones de origen marroquí y entre ellos había al menos tres menores.

Horas antes, otra patera con 65 inmigrantes a bordo, todos magrebíes, entre ellos tres mujeres y al menos tres menores, fue interceptada por la Guardia Civil y Salvamento Marítimo a 18 millas al sur del Cabo Sacratif (Granada). Todos ellos llegaron en buen estado al puerto de Motril a las 15.00, donde un dispositivo de Guardia Civil, Policía Nacional y Cruz Roja los estaban esperando para dispensarles asistencia alimenticia y sanitaria. En el momento del desembarco, uno de los integrantes intentó huir tirándose al agua, de donde fue sacado minutos más tarde. Los indocumentados están en el Centro de Acogida del Puerto de Motril y serán repatriados mañana.

También ayer un cayuco con 104 inmigrantes a bordo arribó al puerto de Santa Cruz de Tenerife y todos sus ocupantes, varones y mayores de edad, “se encuentran bien”, según la Delegación del Gobierno. La barcaza fue avistada por un buque de Salvamento Marítimo frente al puerto de Güimar y, junto a una patrullera de la Guardia Civil, fue remolcada hasta el puerto de la capital tinerfeña. Los indocumentados serán conducidos hasta el centro de internamiento de Las Raíces. Se trata de la tercera embarcación que llegó ayer a Canarias, después de que por la mañana arribaran por sus propios medios al sur de Gran Canaria otras dos, una con 16 ó 17 inmigrantes a bordo, de los que 15 ya han sido detenidos y otra con 17, de los que la Guardia Civil ha detenido a 14.

Por último, agentes de la Guardia Civil de Ceuta interceptó también ayer en las playas de la bahía sur de la ciudad autónoma a 18 inmigrantes indocumentados, 16 de ellos de origen paquistaní y otros dos subsaharianos (un hombre y una mujer procedentes de Chad) que habían logrado acceder a territorio español a bordo de una patera de cinco metros y medio de eslora,.

Un imigrante muerto en comisaría

Por otro lado, uno de los 57 inmigrantes subsaharianos que llegaron este sábado al puerto de Los Crisitanos de Tenerife en un cayuco falleció esa misma noche en las dependencias de la Comisaría de la playa de Las Américas como consecuencia de un parada cardiaca, según informaron fuentes de la Confederación Española de Policía (CEP) en la isla. La Delegación del Gobierno ha precisado que el fallecimiento se produjo cuando era trasladado en ambulancia desde la comisaría a un centro hospitalario. Además, otro inmigrante que viajaba en la embarcación murió durante el trayecto por deshidratación.

Varios de estos inmigrantes, de origen subshariano, llegaron al puerto en malas condiciones de salud, con síntomas de hipotermia y deshidratación severa debido a la dureza del viaje. Cuatro de ellos tuvieron que ser ingresados en hospitales de la isla. El inmigrante fallecido de una supuesta parada cardiaca reclamó asistencia médica en varias ocasiones a lo largo de la tarde al sentirse indispuesto. A pesar de ello, no fue trasladado al hospital ni atendido en las dependencias policiales, según las mismas fuentes. Esto provocó la indignación de sus compañeros de travesía, que reclamaron insistentemente a los tres agentes que les custodiaban que llamaran a un médico.

Los policías, que se vieron desbordados por la situación, tuvieron que solicitar refuerzos para calmar los ánimos a los inmigrantes. Finalmente, un médico se personó en la comisaría a las 22.00. No obstante, nada pudo hacer por salvar la vida de este inmigrante, que falleció una hora después como consecuencia de un paro cardiaco. Las mismas fuentes descartaron que se hubiera producido algún motín y definieron lo sucedido como una “situación de alteración” ante la insistencia de los inmigrantes para que un médico atendiera a su compañero. Fuentes de la Delegación del Gobierno ha subrayado que “fue atendido por un médico y cuando era trasladado en una ambulancia desgraciadamente falleció, algo que nos puede pasar a todos”.