La apacible vida política que vive el país gracias al Gobierno de gran coalición, puede quedar seriamente alterada hoy, si se confirman las encuestas que predicen un nuevo triunfo electoral de los neonazis, esta vez, en el estado de Mecklenburgo – Pomerania Occidental, el hogar político de Angela Merkel y uno de los más pobres de Alemania.


Después de obtener un sonado triunfo en las elecciones de Sajonia, el partido Nacional Democrático alemán (NPD) se apresta a ingresar al parlamento regional del estado, gracias a una odiosa campaña xenófoba y al fracaso del actual gobierno regional de acabar con la plaga del paro, que afecta a más de un 20 por ciento de la población.


Todas las encuestas de opinión dadas a conocer en los últimos días coinciden en que el NPD puede obtener un 7 por ciento de los votos, dos puntos por encima de la barrera del 5 % que exige ley para poder estar representado en Parlamento. Pero muchos electores no admiten públicamente su simpatía por el NPD por medio a represalias o, simplemente, a ser tachados de neonazis.


Pero el NPD, a diferencia de otras regiones, se vistió esta vez de traje y corbata para llevar a cabo una intensa campaña centrada en dos tópicos racistas: la repatriación de los extranjeros y su oposición a la inmigración. Hace dos años cosecharon con estos temas un sonoro éxito en Sajonia donde gracias a un excelente 9,2 por ciento de los votos regresaron al parlamento regional después de 36 años


En Berlín, el candidato neocomunista del SPD, el carismático y popular Klaus Wowereit, espera el resultado de las elecciones en la ciudad – estado, con un poco disimulado entusiasmo gracias las bondades de los sondeos que le dan cuatro puntos más que en 2002.