Los robos en domicilios en verano sufrieron un repunte en Euskadi tras cuatro años a la baja

La actuación de bandas organizadas el año pasado hizo que aumentaran este tipo de delitos un 20% Cada día de verano se perpetran cinco hurtos en casas del País Vasco

Diario Vasco, 17-09-2006

SAN SEBASTIÁN. DV. El período vacacional sigue siendo una época golosa para los cacos. Al menos es lo que reflejan los datos. La tendencia a la baja que en los últimos años se había dado en los robos en domicilios en el País Vasco durante los meses de verano se rompió el año pasado. Si entre 2001 y 2004 se habían reducido un 63%, el año pasado los hurtos en viviendas vascas en el período estival sufrieron un repunte del 20%. Se pasó de 363 robos de 2004 a las 459 denuncias por este tipo de delitos registradas el año pasado en junio, julio y agosto, según los datos del Departamento de Interior del Gobierno Vasco.

La razón de este cambio en la tendencia se encuentra, en parte, en la entrada en acción de grupos de delincuentes organizados. Estas bandas, formadas en su mayoría por ciudadanos extranjeros, tienen su refugio en otras regiones españolas y entran a operar de forma itinerante en los tres territorios vascos – principalmente en Vizcaya y Gipuzkoa – para cometer los delitos en urbanizaciones y huir, aseguran fuentes de Interior.

De regreso a los datos, los 459 robos registrados en junio, julio y agosto durante 2005 revelan que cada día de verano se llevaron a cabo en el País Vasco cinco robos. Por meses, agosto se lleva la palma en cuanto a incidencia de robos en domicilios, si bien, los datos de 2005 reflejan una tendencia al aumento en otros meses del año que coinciden con períodos vacacionales como diciembre (Navidades) y marzo (Semana Santa).

Pero el repunte en este tipo de delitos no sólo se circunscribe a los meses de verano. En el total del año, se pasó de los 1.460 robos de 2004 a los 1.553 registrados el año pasado. No obstante, las cifras siguen estando lejos de los 2.560 hurtos en domicilios vascos cifrados en 2001.

Por territorios, Vizcaya sigue siendo el lugar preferido por los ladrones para dar sus golpes en los domicilios (983 en 2005), seguido de Gipuzkoa (381) y Álava (189). En lo que respecta al territorio guipuzcoano, la tendencia en este tipo de robos sigue a la baja. Así, se pasó de las 510 denuncias registradas por la Ertzaintza en 2004 a las 381 del año pasado. También ocurre lo mismo en los meses de verano, con 33 denuncias menos entre un año y otro en Gipuzkoa.

No obstante, la capital es caso aparte. Según datos de la Guardia Municipal de San Sebastián, entre 2004 y 2005 hubo un repunte en las denuncias de robo en los meses de verano. Se pasó de 44 delitos en 2004 a los 61 registrados en junio, julio y agosto de 2005. A pesar de todo, en los meses de verano de este año se ha recuperado la tendencia a la baja con 48 denuncias en la sede de la Policía Municipal, cuerpo más «preocupado por los cientos de robos de carteristas, el auténtico ‘delito rey’ en la ciudad».

Grupos organizados

«En los robos a domicilios, cuando los que actúan son grupos organizados se nota porque en quince días entran en las oficinas un montón de denuncias. Llegan y arrasan con todo un barrio y se van o son detenidos. Por las cifras, en lo que va de año se han movido menos», aseguran en la Guardia Municipal de Donostia.

En concreto, uno de esos grupos de delincuentes fue arrestado el pasado mes de junio por la Ertzaintza. La banda en cuestión, compuesta por ciudadanos de origen magrebí, fue responsable de más de 200 robos perpetrados en viviendas unifamiliares de Vizcaya, aunque también operaron en Gipuzkoa y Navarra, según señalaron fuentes de Interior.

Bandas organizadas aparte, la mayoría de los robos en viviendas que se dan en Gipuzkoa tienen su autoría en «delincuencia autóctona» formada por ladrones con perfil de toxicómano. «Normalmente operan de día. De noche, es más fácil que haya alguien en la vivienda, se oye más cualquier ruido y las acciones son más complicadas», aseguran en la Policía Municipal de Donostia.

Los golpes se realizan cuando no hay nadie en el domicilio. «Apenas hay casos en los que los dueños de la casa estaban dentro durante el robo». Tras comprobar que no hay nadie en la vivienda – principalmente villas, chalets, adosados… – , se sirven de utensilios como una palanqueta para forzar la puerta de entrada o una ventana.

Una vez dentro, el golpe es rápido. El ladrón no suele permanecer más de diez minutos en el interior de la vivienda. «El principal botín son joyas y dinero que estén a la vista. Pocas veces entran denuncias de gente a quien les han robado televisiones o vídeos. Incluso a las bandas, que vienen en coches, no les interesa cargar con bultos», aseguran fuentes policiales. Tampoco es habitual que realicen destrozos, más allá de los necesarios para adquirir alguna pieza que van a robar. «No pierden en el tiempo en romper por romper».

Robos en pisos

En los últimos años, junto con las casas unifamiliares, los pisos también se han convertido en objetivo de los ladrones. «Normalmente llaman al portero automático diciendo que es el cartero. Suben al último piso, de allí al tejado, desde donde acceden a las terrazas de los pisos superiores en los que roban», añaden en la Guardia Municipal de Donostia.

Para prevenir el robo en los domicilios cualquier medida es poca. Fuentes policiales recomiendan instalar alarmas y puertas blindadas – cerradas con llave, si no pierden su efecto – y marcos reforzados – por muy fuerte que sea una puerta, si el marco que la sujeta no es recio no sirve de nada – . Además, en los casos en los que haya ausencias prolongadas del domicilio, recomiendan no comentar el hecho ante desconocidos, pedir a algún amigo o familiar que entre en la casa algún día para dar sensación de vida, no dejar objetos de valor a la vista…

Ante cualquier movimiento sospechoso, la colaboración ciudadana es fundamental. «Hay veces que gracias a ello se coge al ladrón con las manos en la masa», aseguran.

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