La apacible vida política que vive Alemania gracias al Gobierno de gran coalición, puede quedar seriamente alterada hoy, si se confirman las encuestas que predicen un nuevo triunfo electoral de los neonazis, esta vez, en el estado de Mecklenburgo – Pomerania Occidental.

Después de obtener un sonado triunfo en las elecciones de Sajonia, el Partido Nacional Democrático alemán (NPD) se apresta a ingresar en el Parlamento regional del Estado gracias a una odiosa campaña xenófoba y al fracaso del actual Ejecutivo regional en su afán por acabar con el paro, que afecta a más de un 20% de la población.

Todas las encuestas de opinión coinciden en que el NPD puede obtener un 7% de los votos, dos puntos por encima de la barrera del 5% que exige la ley para poder estar representado en el Parlamento.

El NPD se vistió esta vez de traje y corbata para llevar a cabo una intensa campaña centrada en dos tópicos racistas: la repatriación de los extranjeros y su oposición a la inmigración. Hace dos años cosecharon con estos temas un sonoro éxito en Sajonia, donde regresaron al Parlamento regional después de 36 años.

Lobos con piel de oveja

«El NPD ha cambiado su estrategia. El lobo se ha vestido con la piel de una oveja», dijo el socialdemócrata, Harald Ringstorff, actual jefe del Gobierno regional. Los sondeos atribuyen al partido de Ringstorff un 30% de los sufragios, diez puntos menos que hace cuatro años, mientras que los neocomunistas del PDS pueden obtener un 20%, cuatro puntos más que en 2002. Estos dos hipotéticos resultados aseguran la supervivencia del actual Gobierno del Land.

En Berlín, el candidato del SPD, Klaus Wowereit, espera el resultado de las elecciones con entusiasmo gracias las bondades de los sondeos y a una anunciada debacle del candidato democristiano, Friedbert Pflüger. Wowereit se ha convertido en el ‘alma política’ de la capital. ‘Wowi’, como le llaman sus amigos, centró su campaña en una cuestión que domina a la perfección: difundir optimismo a la gente.

Si las encuestas resultan ser acertadas, hoy el SPD obtendrá un 32% de los votos, tres puntos más que en las últimas elecciones, mientras que la CDU, el partido que preside Angela Merkel, con suerte obtendrá un 18%, cinco puntos por debajo de los resultados obtenidos en 2002.

Además, gracias una pérdida en la intención de voto del PDS, su actual aliado en el gobierno regional, el SPD podría formar una alianza con los Verdes, y obtener un excelente 14% de los sufragios.