José Blanco (Palas de Rei, 1962) está convencido de que la conferencia política que se clausura hoy servirá al PSOE para encontrar soluciones a los problemas del futuro. Sobre uno de esos retos, la marcha del proceso de paz, muestra una cautela que revela lo delicado del momento. Y respecto a la crisis migratoria, el secretario de Organización socialista avisa de que no habrá más regularizaciones y de que a partir de ahora sólo entrarán los extranjeros que necesite el mercado de trabajo.

– ¿Necesita el PSOE renovar su proyecto a mitad de legislatura?

– Queremos reflexionar para anticipar los problemas del futuro y tratar de darles nuevas respuestas. No queremos ser el freno de la sociedad. La retaguardia se la dejamos al PP, que mira permanentemente al pasado.

– Hay situaciones nuevas. Por ejemplo, el proceso de paz. ¿Está estancado?

– Es un proceso largo, duro y difícil que no va a estar exento de dificultades y me parece que estamos en uno de esos momentos. La expectativa de paz es muy importante y espero que el mundo radical no la frustre. Saben que con la ley en la mano hay posibilidades para avanzar hacia ese camino.

– ¿Batasuna debe dar pasos hacia su legalización?

– Esa es su decisión. Lo que debe saber Batasuna es que no cambiaremos ninguna ley para que participe en la vida democrática. Quien quiera participar tiene que aceptar las reglas del juego.

– ¿Sin ese cambio no hay más movimientos? ¿Cuándo se acercarían los presos al País Vasco?

– Hay que ser prudentes. El Gobierno del PP dialogó con los terroristas y fracasó. No le criticamos por ello, pero hemos aprendido del camino recorrido y no vamos a dar pasos en falso ni a dejarnos llevar por la ansiedad. Decisiones como el acercamiento de presos sirvieron para poco.

– ¿Sería un paso en falso adelantar el acercamiento de presos?

– Yo no he dicho eso ni lo voy a decir, pero el Gobierno no se precipitará.

Pacto rechazado

– ¿Mantiene su optimismo a pesar de las dificultades del proceso?

– Hay un deseo de paz tan inmenso que la base social del mundo radical no comprendería una vuelta atrás.

– ¿Le preocupa la kale borroka?

– Me preocupa porque es incompatible con la democracia. Espero que cese.

– También está sobre la mesa la crisis de la inmigración. Parece que nunca se ponen de acuerdo en esta materia los dos grandes partidos.

– Desde que (José Luis Rodríguez) Zapatero fue elegido secretario general del PSOE hemos propuesto varias veces al PP un pacto en inmigración. La respuesta siempre es ‘no’. El PP debería tener un poquito de sentido de Estado. La ceguera política les lleva por un camino muy equivocado: (Mariano) Rajoy ha metido al PP en la caverna.

– ¿Van a endurecer su política migratoria?

– Ya advertimos que no habría más regularizaciones. La irregularidad no puede ser una forma de entrada en España. Que nadie se engañe: entrarán inmigrantes de acuerdo a la ley y a las necesidades del mercado de trabajo.

– ¿El PSOE aceptaría reformar la ley para prohibir nuevas regularizaciones?

– Tiene gracia que Rajoy pida reformar la Ley de Extranjería del PP. No tenemos problemas con la ley, aunque lo estudiaremos si todos los partidos lo piden.

– ¿Qué harán con los extranjeros que no se pueden regularizar ni repatriar?

– Dar respuestas individualizadas. No se puede hacer un planteamiento general. El Ministerio de Trabajo está en ello.

– ¿No es paradójico que los inmigrantes que viven aquí no voten y los emigrantes que viven fuera elijan a los alcaldes en España?

– Hemos presentado una iniciativa en el Congreso para que quienes viven en España puedan ejercer su derecho al voto. Será difícil que los inmigrantes participen en las próximas elecciones. Además de modificar la ley hay que firmar nuevos convenios de reciprocidad.