Llamazares planteará mañana sus quejas a la vicepresidenta De la Vega Las buenas relaciones que mantenía Izquierda Unida (IU) con el Gobierno del PSOE desde las elecciones generales de marzo de 2004 – aunque con las discrepancias lógicas – , pasan ahora por su peor momento. El proyecto de Ley de la Memoria Histórica, la postura del Ejecutivo socialista con el problema de la inmigración y los Presupuestos del Estado para 2007 no satisfacen en absoluto a la federación que lidera Gaspar Llamazares.

El coordinador general de IU va a mantener mañana una comida de trabajo con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a quien trasladará las importantes discrepancias que tiene esta federación de izquierdas con la política que aplica el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en esos tres asuntos.

En lo que se refiere a la futura Ley de la Memoria Histórica, Rodríguez Zapatero explicó a Llamazares en el Congreso, el miércoles último, que el Gobierno no tiene intención de incluir en ese texto la anulación de los juicios sumarísimos y las sentencias dictadas durante la dictadura franquista, porque no es posible jurídicamente.

Pero, como hay juristas que consideran posible acordar esa anulación, el grupo parlamentario de Izquierda Unida – Iniciativa per Catalunya Verds (IU – ICV) ha pedido al Gobierno que remita al Congreso los informes jurídicos en los que sustenta su decisión contraria a anular esas sentencias.

Mañana, Llamazares va a comunicar a la vicepresidenta que la anulación de esos juicios y sentencias es un requisito inexcusable para que IU apoye con sus votos este proyecto de ley. Si no es así, este grupo presentará una enmienda contra ese texto, planteará otro alternativo y votará en contra.

También preocupa en IU la «derechización» que, según Llamazares, está poniendo en práctica el Gobierno frente al problema de la llegada masiva de inmigrantes sin documentación. Llamazares va a expresar a De la Vega su sorpresa por este giro, porque lo ve como un grave retroceso, y exigirá una cosa muy clara: que Zapatero no negocie un pacto de Estado para afrontar este problema sólo con el PP.

Según el líder de IU, si el Gobierno se plantea en serio lograr ese pacto debe contar con todas las fuerzas políticas, de manera especial con las progresistas, y con los gobiernos de todas las comunidades autónomas porque son las que van a recibir a esas personas.

Los Presupuestos Generales del Estado no son un asunto que sea competencia de María Teresa Fedrández de la Vega, sino que corresponden al vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. Pero Llamazares va a aprovechar esta primer encuentro formal con la vicepresidenta – con Rodríguez Zapatero se ha reunido media docena de veces en La Moncloa – para plantear las serias discrepancias que mantiene IU – ICV con unas previsiones que considera muy de derechas y, por consiguiente, más propias del PP que de un partido de izquierdas como el PSOE.

Gaspar Llamazares se reunió la semana pasada con el ministro Solbes y le planteó su postura. Mañana lo reiterará en su encuentro con la vicepresidenta: el Gobierno tendrá que cambiar mucho los Presupuestos del Estado para el año próximo en las partidas de los ministerios con más competencias de tipo social – como son los de Sanidad, Educación, Vivienda o Medio Ambiente, entre otros – , si quiere recibir los votos de IU – ICV.

También explicará Llamazares que no le parece nada bien que Zapatero haya pactado la reforma fiscal con el nacionalismo de derechas vasco y catalán – CiU y PNV – . Por eso, IU – ICV se siente «liberada» para apoyar o no los presupuestos y tiene abiertas todas las posibilidades, desde votar a favor si cambian mucho hasta presentar una enmienda a la totalidad.

Los dos Presupuestos Generales que hasta ahora ha presentado el Gobierno de Zapatero, para 2005 y 2006, los apoyó IU – ICV. Es la primera ocasión en que se llega al mes de septiembre con tantas diferencias.