La Conferencia Política del PSOE dio ayer luz verde a una ponencia sobre inmigración, presentada por Joan Ignasi Pla, en la que puede apreciarse una importante rectificación de la política que ha llevado a cabo el Gobierno en estos dos últimos años. Pla precisó que «no puede hablarse de un endurecimiento del mensaje», pero reconoció que hubo «autocrítica» de los participantes en la Conferencia. La ponencia subraya que la inmigración ilegal es «nociva» para la sociedad y propugna la búsqueda de «fórmulas para reducir sus consecuencias negativas». La ponencia establece también la intensificación de la lucha contra las mafias y la vinculación de los permisos de residencia a las necesidades laborales. Pla defendió un gran acuerdo de Estado, alegando que «hay poco margen para la variación» en la política de inmigración. Todo ello suena sensato y concuerda con las recientes palabras de la vicepresidenta De la Vega, que afirmó que el Gobierno no va a tolerar la llegada masiva de inmigrantes ilegales. El Gobierno cometió un grave error con la regularización del pasado año, que ha traído funestas consecuencias, aunque el ministro de Trabajo sigue sin reconocerlo. La ponencia del PSOE marca probablemente un giro hacia una política de mayor sensatez y pragmatismo, que podría servir de preludio a ese pacto con el PP.