Las Palmas de Gran Canaria
El delegado del Gobierno, José Segura, convocó en la noche del viernes a su gabinete en una reunión urgente para tomar decisiones sobre qué hacer con el buque que se acercaba a las costas canarias con otros 200 inmigrantes de origen asiático. Finalmente se envió a dos buques de la Armada para impedir que llegarán a aguas españolas.

A día y medio de distancia de Canarias fue localizado el nuevo buque. Las primeras informaciones apuntan a que el barco, de características muy similares al que en estos momentos se encuentra en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, lleva en su interior a unos 200 inmigrantes de origen asiático. La intención del delegado del Gobierno es que la embarcación no entre en aguas españolas, unas doce millas desde tierra, y obligarles a dar la vuelta a Guinea Bisáu, desde donde partió. En caso de que no sea posible por cuestiones humanitarias, Segura ha dado la orden de que el puerto donde atraque no sea de la isla de Tenerife donde la situación está extremadamente complicada.

La Guardia Civil fue la encargada de informar de este nuevo barco de inmigrantes y dos buques de la Armada española han ido a su encuentro. Sin embargo, y a pesar de que este periódico confirmó por varias fuentes la aparición del barco, la Delegación del Gobierno insistía en desmentir la noticia.

Mientras, Tenerife sigue sufriendo el fenómeno migratorio. Un inmigrante murió ayer antes de ser trasladado al puerto tinerfeño de Los Cristianos cuando estaba en un cayuco con otras 56 personas, informaron fuentes de Salvamento Marítimo.

El fallecido viajaba junto a otras 56 personas, seis de las cuales no están en muy buenas condiciones de salud, en un cayuco que fue localizado a unas 60 millas de Tenerife.

El avistamiento se realizó desde el avión Serviola 1 de Salvamento Marítimo y al encuentro de la nave con los inmigrantes partió la embarcación Punta Tarifa que remolcó el cayuco hasta el puerto de Los Cristianos.

Identificaciones

Por otro lado, este periódico ha podido confirmar que varios de los 165 inmigrantes asiáticos que se encuentran recluidos en una nave del puerto de Santa Cruz de Tenerife, son suníes, un grupo musulmán mayoritario en la comunidad islámica mundial y que se ha duplicado la vigilancia de los mismos. Mientras, se espera esta noche la llegada de un segundo traductor paquistaní para colaborar en los interrogatorios.

Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguran que a pesar de que en la actualidad se encuentra ya un traductor paquistaní interrogando a los inmigrantes, se espera que con la llegada de otro se conozca con exactitud si son todos de Pakistán.

La misma fuente precisó que cuando se conozca el origen de los inmigrantes «se procederá de forma inmediata a las repatriaciones, cuyas gestiones se están llevando a cabo desde Madrid». La repatriación también afectará al inmigrante que viajaba en el mismo barco y que se encuentra ingresado en un hospital de Santa Cruz de Tenerife aquejado de deshidratación. «Al paciente se le está tratando con suero y, si mejora, se le trasladará con los otros inmigrantes, pero si salen estos antes de que se recupere, se le repatriará posteriormente», aseguró la fuente informante.

También ayer continuaron los interrogatorios a los cinco presuntos tripulantes del barco, de origen subsahariano, que se encuentran detenidos en dependencias de la Guardia Civil. El barco Al – Mari fue avistado el jueves a unas cuatro millas de la zona de Las Galletas.

Más información en el periódico Canarias7