La llegada a Tenerife del barco Al – Mar con casi dos centenares de inmigrantes ilegales de origen asiático sumó ayer una dificultad extra a la ya complicada crisis migratoria provocada por la llegada masiva de subsaharianos a las Islas Canarias y por los obstáculos que plantean las autoridades de Senegal a su repatriación. El Gobierno negocia ahora con las autoridades de Pakistán y Sri Lanka, países de los que al parecer proceden la mayoría, la devolución de los extranjeros, que se efectuará después de que sean identificados por la policía. Por la tarde, tres tripulantes fueron arrestados e investigan si se trata de traficantes de personas,.

A falta de cerrar esta crisis, que ha convertido a Canarias en uno de los principales puntos de destino para los inmigrantes ilegales de todo el mundo, la vicepresidenta pidió abordar esta problemática como «un asunto de Estado».

A partir de la semana que viene, la número dos del Gobierno comenzará una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para debatir la forma de mejorar la gestión de los flujos migratorios. Propuso un pacto de Estado centrado en el control de fronteras, el incremento de medios para la lucha contra la inmigración ilegal, más implicación de la UE y la búsqueda de apoyos entre los países de origen. Fernández De la Vega no descartó una reforma de la Ley de Extranjería. «Es un elemento que está ahí, junto a otros muchos», señaló, pero pidió una «reflexión conjunta» antes de pronunciarse de forma definitiva.

Las autoridades que custodian a los inmigrantes asiáticos que ayer mañana llegaron al puerto de Tenerife, les permitieron bajar de la embarcación para comer en una nave habilitada para tal efecto en el propio puerto, después de que éstos pasaran todo el día expuestos a un intenso sol en la cubierta del barco, según informa la Delegación de Gobierno.

El barco, que sin bandera y en estado deplorable fondeó frente al Puerto de Santa Cruz en la noche del jueves y atracó a las 11:30 de ayer. El Gobierno prohibió primero a sus ocupantes, unos 160 asiáticos más la tripulación – – al parecer de origen africano – desembarcar del buque, ordenó que la policía los identificara e inició las gestiones diplomáticas para devolverlos cuanto antes a sus países de origen.

En la noche del jueves, el Ejecutivo había autorizado a las fuerzas de Seguridad a evacuar a tierra otros 18 viajeros del barco para ser atendidos a causa de su mal estado de salud. El viernes por la mañana, dos de esas personas permanecían hospitalizadas en dos centros tinerfeños, y los 16 restantes habían sido trasladados a la comisaría Sur de Tenerife. El resto recibieron en el buque asistencia de primeros auxilios.

Este viernes, RNE informó de la partida de un segundo avión desde Fuerteventura con decenas de inmigrantes senegaleses trasladados entre fuertes medidas de seguridad. El aparato tenía previsto aterrizar en el aeropuerto de Saint – Louis, ciudad situada a unos 270 kilómetros de Dakar. El jueves llegó a Saint – Louis, procedente del mismo aeropuerto canario, el primer avión con destino a Senegal.