Los centros de acogida de menores de la Región están ya saturados, al punto que en algún caso se ha tenido que instalar a los recién llegados en literas debido a la falta de camas.

Así lo reveló ayer la consejera de Política Social del Gobierno murciano, Cristina Rubio, al ser preguntada por el emplazamiento del Gobierno central a las comunidades autónomas para que éstas acojan en lo sucesivo a un mayor número de niños inmigrantes en situación irregular.

Rubio comentó que no le parece una medida acertada enviar a estos niños desde Canarias a la Península, pese a lo cual el Ejecutivo autónomo busca la manera de arrimar el hombro en colaboración con las ONG, «pero es que nuestros centros están desbordados con los menores que tenemos en ellos», y dio a conocer que la red asistencial de la Comunidad recibió el jueves a otros cuatro menores procedentes de los centros de internamiento canarios.

Sólo Cataluña y Asturias han decidido ya el número de plazas que están dispuestas a ofrecer para acoger a estos menores, mientras el resto espera conocer antes la propuesta del Gobierno o ha avanzado la imposibilidad de atenderlos.

El próximo lunes, las comunidades autónomas estudiarán en una reunión del Consejo Superior de Políticas de Inmigración la propuesta de traslado de estos jóvenes a la península. Ayer, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, anunció que 500 menores extranjeros no acompañados, de los 796 que hay en Canarias, serán trasladados a la península.