La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega anunció ayer el inicio de trámites diplomáticos con Pakistán y Sri Lanka para repatriar a los 165 inmigrantes del barco negrero remolcado al puerto de Tenerife. La policía detuvo ayer tarde a tres tripulantes del buque e investiga si son traficantes de personas. La llegada a Tenerife del barco Al – Mari con 165 inmigrantes ilegales de origen asiático sumó ayer una dificultad extra a la ya complicada crisis migratoria provocada por la llegada masiva de subsaharianos a las Islas Canarias y por los obstáculos que plantean las autoridades de Senegal a su repatriación. El Gobierno negocia ahora con las autoridades de Pakistán y Sri Lanka, países de los que al parecer proceden la mayoría, la devolución de los extranjeros, que se efectuará después de que sean identificados por la policía.

El barco, que sin bandera y en estado deplorable fondeó frente al Puerto de Santa Cruz en la noche del jueves, atracó a las 11:30 de ayer. El Gobierno prohibió primero a sus ocupantes, unos 165 asiáticos más la tripulación –al parecer de origen africano– desembarcar del buque, ordenó que la policía los identificara e inició las gestiones diplomáticas para devolverlos cuanto antes a sus países de origen. Los extranjeros permanecieron en la cubierta de la nave hasta las 16:30 horas, cuando la policía comenzó a desembarcarlos para llevarlos a comer a una nave de las instalaciones portuarias.

Evacuados al hospital

En la noche del jueves, el Ejecutivo había autorizado a las fuerzas de Seguridad a evacuar a tierra otros 18 viajeros del barco para ser atendidos a causa de su mal estado de salud. Este viernes por la mañana, dos de esas personas permanecían hospitalizadas en dos centros tinerfeños, y los 16 restantes habían sido trasladados a la comisaría Sur de Tenerife. El resto, explicó la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, recibieron en el buque asistencia de primeros auxilios. “Si como parece son paquistaníes, el Gobierno está iniciando los trámites para hacer la repatriación consiguiente”, señaló la número dos del Ejecutivo. Por la tarde, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que se habían realizado “gestiones con el embajador de Paquistán en Madrid”, y “llegado a un acuerdo para que, en cuanto estén identificados, los que sean paquistaníes sean devueltos a su país”. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) aseguró que será la primera vez que el Gobierno repatríe inmigrantes al país asiático, con el que no hay acuerdo de devolución.

Entre esos sin papeles puede haber también personas procedentes de Sri Lanka e India. Fuentes diplomáticas aseguraron que en esos casos se seguirá “el mismo procedimiento” para repatriarlos. No obstante, estas fuentes precisaron que se trataría de menos personas, porque, a falta de una identificación rigurosa, “parece que la mayoría son paquistaníes”.

Fernández de la Vega explicó que se reunió a primera hora de la mañana, antes de la reunión del Consejo de Ministros, con los ministros que tienen responsabilidades en asuntos de inmigración para debatir la situación de estos extranjeros. A falta de cerrar esta crisis, que ha convertido a Canarias en uno de los principales puntos de destino para los inmigrantes ilegales de todo el mundo, la vicepresidenta pidió abordar esta problemática como “un asunto de Estado”.

Por otro lado, la policía arrestó ayer a tres personas que iban a bordo del buque negrero, de etnia diferente al resto de los viajeros, para determinar su posible participación en un delito de tráfico de personas. Los investigadores les apartaron del resto para averiguar si esos indocumentados conforman la tripulación del buque, y si son los responsables de este transporte ilegal de sin papeles hasta Canarias. Los inmigrantes fueron trasladados a una nave habilitada en el propio puerto.