La llegada a Tenerife del barco ‘Al – Mari’, cargado de inmigrantes clandestinos de origen asiático, sumó este viernes una dificultad extra a la ya complicada crisis migratoria provocada por la llegada masiva de subsaharianos a Canarias y por los obstáculos que plantean las autoridades de Senegal a su repatriación. El Gobierno negocia ahora la devolución de los extranjeros con las autoridades de Pakistán y Sri Lanka, países de los que al parecer procede la mayoría.

El barco, sin bandera y en un estado deplorable, fondeó frente al Puerto de Santa Cruz en la noche del jueves y atracó a las 11.30 de ayer. El Gobierno prohibió en un principio que desembarcasen sus ocupantes – según el recuento oficial, 165 asiáticos más tres presuntos tripulantes, al parecer de origen africano – , ordenó que la Policía los identificara e inició gestiones diplomáticas para devolverlos cuanto antes a sus países de origen. Los extranjeros permanecieron a pleno sol en la cubierta de la nave hasta las 16.30 horas, cuando la Policía comenzó a bajarlos a tierra. Después, se les permitió comer en un pabellón habilitado en el puerto.

El jueves por la noche, el Ejecutivo había autorizado que las Fuerzas de Seguridad evacuasen a 18 viajeros del barco a causa de su mal estado de salud. Uno de ellos permanecía hospitalizado ayer por la tarde en un centro tinerfeño, mientras que los 17 restantes habían sido trasladados a la comisaría del Sur de Tenerife. Los supuestos tripulantes fueron detenidos y apartados del resto, para averiguar si son responsables de esta operación de tráfico de personas.

La primera vez

«Si, como parece, son pakistaníes, el Gobierno está iniciando los trámites para hacer la repatriación consiguiente», señaló la ‘número dos’ del Ejecutivo. Por la tarde, un portavoz de Asuntos Exteriores aseguró que se habían realizado «gestiones con el embajador de Pakistán en Madrid» y se había «llegado a un acuerdo para que, en cuanto estén identificados, los que sean pakistaníes sean devueltos a su país». La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) aseguró que será la primera vez que el Gobierno repatrie inmigrantes a este país asiático, con el que no hay acuerdo de devolución.

Entre los ‘sin papeles’ puede haber también personas procedentes de Sri Lanka e India. Fuentes diplomáticas aseguraron que en esos casos se seguirá «el mismo procedimiento». No obstante, precisaron que se tratará de menos personas porque, a falta de una identificación rigurosa, «parece que la mayoría son pakistaníes».

Fernández de la Vega se reunió a primera hora de la mañana, antes del Consejo de Ministros, con los miembros del Gobierno que tienen responsabilidades en inmigración y debatió con ellos sobre estos extranjeros. A falta de cerrar la crisis migratoria, que ha convertido Canarias en uno de los principales puntos de destino para los ‘ilegales’ de todo el mundo, la vicepresidenta pidió abordar el problema como «un asunto de Estado».

A partir de la semana que viene, De la Vega abrirá una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para discutir la manera de mejorar la gestión de los flujos migratorios. Su intención es proponer un pacto de Estado centrado en el control de fronteras, el incremento de medios para la lucha contra la inmigración ilegal, la implicación de la UE y la búsqueda de apoyos en los países de origen. La vicepresidenta no descartó una reforma de la Ley de Extranjería. «Es un elemento que está ahí, junto a otros muchos», señaló, aunque pidió una «reflexión conjunta» antes de pronunciarse de forma definitiva.

15 euros y un bocadillo

Un segundo avión con 60 senegaleses y un centenar de policías viajó ayer sin incidentes de Fuerteventura a Sant – Louis, al norte de Dakar. El jueves por la noche llegó a este aeródromo el primer aparato del dispositivo de devolución, con 50 ‘ilegales’. Según el diario ‘Walf Fadjri’, las autoridades del país africano dieron a cada repatriado 15 euros, un bocadillo y un refresco y les garantizaron la «reinserción». Algunos deportados no pudieron contener las lágrimas de decepción al verse de nuevo en su país.

La vicepresidenta afirmó al término del Consejo de Ministros que el Ejecutivo no contempla a Senegal «como un problema, sino como parte de la solución» a un asunto «delicado y nada fácil». El Gobierno, señaló De la Vega, quiere «que haya menos viajes ilegales de venida y más viajes legales de vuelta» y le consta «la buena voluntad de Senegal y de su presidente». Por eso, las repatriaciones «seguirán en los próximos días». Ayer también partieron de Fuerteventura tres aviones que llevaron 159 ‘sin papeles’ a Madrid y Málaga.