Continúa la identificación de los inmigrantes asiáticos llegados a Tenerife y los trámites para su repatriación

Canarias 7, 16-09-2006


Madrid
Las autoridades tratan de identificar el origen de los 160 inmigrantes asiáticos llegados ayer por la mañana a Santa Cruz de Tenerife en el barco ‘Al Mari’ y el Gobierno ya ha iniciado los trámites diplomáticos con Pakistán para repatriarlos si se comprueba que, como parece, son ciudadanos de ese país.

Otras cinco personas, presumiblemente de origen africano, han sido detenidas y se encuentran en dependencias de la Guardia Civil como presuntos miembros de la tripulación.

Después de permanecer más de seis horas en la embarcación, que fue avistada en la noche del jueves a unas cuatro millas de la costa y llegó a puerto a las 11.30, hora peninsular, los inmigrantes fueron finalmente trasladados a una nave de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, aunque uno de ellos permanece hospitalizado.

Tras la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, informó de las gestiones realizadas ante ese caso y de la marcha de los contactos con Senegal.

Según apuntó, el Ejecutivo ha constatado la “buena voluntad” del gobierno de Senegal para luchar contra la inmigración irregular y que las repatriaciones a ese país, iniciadas el jueves, continuarán en los próximos días.

Fernández de la Vega aseguró que la inmigración es el principal asunto de la agenda del Gobierno, que trabaja “duro, con prudencia y determinación” y cree que está “en el buen camino”, por lo que “antes o después”, como en Marruecos y Mauritania, se verán resultados en Senegal y otros países del Africa Subsahariana.

Respecto al barco Al Mari, Fernández de la Vega explicó que los inmigrantes recibieron los primeros auxilios en el barco y que luego se iniciaron las labores de identificación. “Si efectivamente, como parece, su origen es paquistaní, se están haciendo gestiones diplomáticas para su repatriación”, dijo.

Tras atracar el barco en el puerto, la Guardia Civil tenía la orden de no dejar desembarcar a los inmigrantes hasta que no concluyeran las conversaciones con sus países de origen, y varios agentes subieron a bordo para inspeccionar la nave y llevar comida y bebida.

Según explicó el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, los inmigrantes, que estaban en las bodegas cuando fueron encontrados, dijeron que llevaban cuatro días sin comer.

El barco, de 40 metros de eslora y sin bandera, tenía una vía de agua, pero Segura señaló que los motores no estaban averiados y apuntó que los especialistas de Salvamento Marítimo lo inspeccionaban para hacer un informe sobre sus condiciones de navegabilidad.

Seis horas después de que la embarcación atracara, se decidió el traslado de los inmigrantes en autocares hasta una nave para que comieran, escoltados por patrulleras de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo.

Segura confió en que “el proceso se pueda culminar felizmente, de modo que se haga compatible la atención a los inmigrantes y su devolución, a ser posible hoy”.

El presidente del Gobierno de Canarias, Adan Martín, advirtió de que este hecho vuelve a poner de manifiesto la falta de seguridad en las fronteras de las Islas y consideró que “no se puede seguir fallando en la seguridad preventiva y que se sigan dando circunstancias como éstas”.

Por su parte, el secretario general del PP, Angel Acebes, pidió al Gobierno “menos gabinetes de crisis, menos planes y menos viajes” y que “empiece a tomar medidas y decisiones” para resolver el problema de la inmigración ilegal, porque España se ha convertido en “el destino preferente”.

En el Congreso, el grupo popular registró una iniciativa para que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sea quien haga “un anuncio formal” con el rechazo de futuras nuevas regularizaciones de inmigrantes.

La vicepresidenta primera del Gobierno insistió por su parte en que la inmigración debe trascender las diferencias políticas y reiteró que el Ejecutivo seguirá trabajando para que ese fenómeno sea tratado como “un tema de Estado”.

Según avanzó, la semana próxima iniciará los contactos con los grupos parlamentarios para estudiar el problema e intentar alcanzar el consenso.

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