El Puerto afrontará en unas semanas los últimos trabajos que se llevarán a cabo para reparar los daños causados por el gran temporal que sufrió Ceuta el 1 de marzo de 2005. La Autoridad Portuaria iniciará entre finales de este mes y la primera semana de octubre las obras para devolver su aspecto original a la zona del dique de poniente, según explicó el presidente de este organismo, José Torrado.

Con un presupuesto de 2,78 millones de euros, los trabajos contemplan la reparación de la vía de servicios, de los morros de los diques de levante y poniente y de las zonas del espaldón de este último muelle, así como la reposición de las escolleras en varios tramos de este dique.

Con las obras de reposición del dique de abrigo del puerto deportivo y de reparación de la cubierta de la estación marítima en marcha, los trabajos que se iniciarán en las próximas semanas servirán para que el puerto de Ceuta vuelva presentar al menos el mismo aspecto que tenía antes del temporal de marzo de 2005, que afectó sobre todo a las zonas más próximas al mar, situadas en la Bahía Norte, como la carrretera que une la avenida Cañonero Dato y Benítez, el puerto deportivo o el Parque Marítimo.

Contra los inmigrantes

La Autoridad Portuaria aprovechará los trabajos para llevar a cabo la impermeabilización «absoluta» del dique de poniente con la colocación de un vallado similar al situado junto al puesto de la Guardia Civil de la zona de embarque de vehículos. Con esta medida se pretende hacer frente a las situaciones de inseguridad de los barcos que utilizan esta zona como base de operaciones. Las decenas de inmigrantes que se refugian en la escolleras de esta zona, situada junto a los terrenos de la primera fase de ampliación del puerto, provocan situaciones de inseguridad. Los robos y los intentos de entrada en los buques son constantes y las embarcaciones, las empresas consignatarias y las compañías que tienen naves en esta zona han expresado sus quejas en innumerables ocasiones.

«Antes se había colocado mallazo, pero los inmigrantes lo cortaban, ahora el vallado que se colocará supondrán una impermeabilización total porque la altura del espaldón del dique y la valla hará que esta barrera sea infranqueable», señala Torrado. El presidente del Puerto ha reconocido que esta situación ha provocado que la Administración se haya dado «más prisa» para iniciar estas obras y, así, aumentar las condiciones de seguridad en la zona.

Las obras servirán también para unir esa zona – de 12.000 metros cuadrados – con la parcela – de 153.000 metros cuadrados – de la primera fase de ampliación del puerto. Las tuberías de combustible irán soterradas paralelamente a la primera y segunda alineación del dique y se ha dejado un espacio para dos o tres conductos más por si hiciera falta en un futuro.