ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

Cuarenta pediatras y ginecólogos colombianos, que fueron seleccionados la pasada primavera entre los mejores de su país por técnicos de la Conselleria de Salut, no han podido incorporarse a los centros de asistencia primaria (CAP) que los necesitan por la reticencia del Ministerio de Sanidad a reconocer su formación como especialistas. La Generalitat había previsto que esos médicos empezaran a ejercer en Catalunya el pasado 1 de septiembre.
“El Ministerio de Trabajo concedió con gran rapidez el permiso de trabajo a esos profesionales y el de Educación les reconoció el título de Medicina, pero hemos chocado con las trabas de Sanidad, el organismo menos indicado para restringir la entrada de médicos en España”, afirma Ramon Morera, director del área de asistencia primaria en el Institut Català de la Salud (ICS).

REQUISITO NO IMPRESCINDIBLE
El trámite que frena Sanidad es el reconocimiento de que esos médicos colombianos han superado su formación como pediatras y ginecólogos, un requisito de calidad asistencial que, no obstante, no es imprescindible para ejercer en España.
“Muchos centros sanitarios privados catalanes están contratando a médicos sudamericanos a los que se les ha homologado el título de licenciado en Medicina, sin exigirles el de especialista -asegura Morera-. El ICS podría haber hecho lo mismo, pero hemos decidido pedir esa credencial, que garantiza la experiencia en un área médica concreta”. Si los expedientes de esos 40 médicos siguen retenidos en Madrid varias semanas más, intervendrá la consellera de Salut, Marina Geli, advierte Morera.
El notable aumento de la natalidad experimentado en Catalunya en los últimos cinco años, en especial gracias a la inmigración, no ha sido compensado con la incorporación de más pediatras y ginecólogos en los ambulatorios con mayor incidencia migratoria. En muchos de ellos, por ejemplo en los situados las comarcas del interior de Lleida o en el Delta del Ebre, las embarazadas y los recién nacidos son atendidos por médicos de otras áreas.
“Cada año nos faltan 40 o 50 pediatras y ginecólogos más de los que ofrece el mercado universitario español -afirma un directivo del ICS-. Los doctores contratados en América no van a quitar el trabajo a ningún español, ni van a cobrar más: es evidente que hay plazas para todos”.
En España, el reconocimiento de que un médico se ha formado como especialista depende de la Comisión Nacional de la Especialidad, cuyos miembros aceptan o rechazan el expediente de los candidatos a partir de criterios subjetivos y algo obsoletos, consideran los técnicos del ICS. “Si un médico se ha formado en EEUU, pasa, pero si viene del Congo, no pasa, sin más”, resumen.