SILVIA FERNÁNDEZ – LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Más de medio centenar de senegales fueron repatriados ayer desde Canarias, mientras siguen llegando otros inmigrantes . Los últimos por ahora son los 216 ocupantes de un pesquero, al parecer pakistaníes, que fue localizado ayer en las proximidades del archipiélago, a dos millas al sur de Tenerife. La embarcación, sin bandera y con la inscripción Al mari en el casco, de entre 30 y 40 metros de eslora, estuvo anclada a una milla de la costa, hasta que las autoridades ordenaron que fuera remolcada hasta la isla.

La primera intención de los responsables de inmigración fue obligar a que el pesquero siguiera rumbo, si las condiciones del barco así lo permitían, algo que finalmente se descartó. Por si fuera poco, el estado de algunos de los viajeros era penoso. Prueba de ello es que 18 tuvieron que ser evacuados horas antes de que la embarcación comenzara a ser remolcada para que pudieran recibir atención médica. Sus 198 compañeros permanecieron a bordo, con la incertidumbre sobre su destino hasta que por fin se ordenó a Salvamento Marítimo y a la Guardia Civil que remolcaran la nave. Su llegada al puerto de la capital tinerfeña está prevista para esta mañana. Fuentes de la Delegación del Gobierno ya confirmaron a media tarde que el barco no se encontraba en buenas condiciones de navegabilidad. La llegada de estos nuevos 216 inmigrantes coincide con el primero de los vuelos de repatriación desde Fuerteventura hasta Senegal. El avión tomó tierra anoche en su destino, transportando a 60 senegaleses y a otros tantos policías. En relación con estos hechos, el presidente del PP, Mariano Rajoy, denunció ayer que Senegal “toma el pelo” al Gobierno por pedir el aplazamiento de las repatriaciones, y aseguró que es “una burla a un Estado democrático y civilizado como España”.

Las instituciones canarias están desbordadas por la llegada de inmigrantes , muchos de ellos, menores, lo que representa un problema añadido. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, llegó ayer a un acuerdo con el presidente autonómico para que 500 menores sean repartidos entre varias comunidades. También acordaron que la cifra máxima de menores que atienda Canarias sea de 300 (en la actualidad, son más de 700). El archipiélago solicita desde hace meses que se lleve a cabo con los menores una política de reparto a otras comunidades, como con los adultos.